La policía de la provincia de Buenos Aires cambió una vez más. El ministro de Justicia y Seguridad provincial, Ricardo Casal, decidió desplazar a varios de los máximos jefes de la Bonaerense, incluido el subjefe de la fuerza, Salvador Baratta.
La idea fue responder a las críticas por los casos de gatillo fácil ocurridos en Baradero, donde el policía Gustavo Kapp mató por la espalda a Lucas Rotella o el de José León Suárez, donde otro uniformado, Gustavo Vega, mató a dos adolescentes. Baratta estaba de licencia desde el 30 de enero y ahora pasaría a retiro. Además por lo menos otros cinco superintendentes a cargo de distintas áreas de la fuerza de seguridad fueron llamados a dar un paso al costado.
Además de Baratta, la lista de jefes policiales pasados a retiro o separados de sus cargos incluye al hasta ahora superintendente coordinador de la zona oeste del Gran Buenos Aires, José Antonio Raggio, y al titular del área de Servicios Sociales de la policía, Héctor Martínez. Sumaría, además, según La Nación, al jefe de Investigaciones de Tráfico de Drogas Ilícitas, Claudio Fernández; al titular de la Superintendencia de Delitos Complejos, Walter Carballo, y al coordinador de la zona Norte del conurbano, Mario Alberto Martín.
La decisión no cayó bien en la cúpula. Hubo varios que no ocultaron su malestar ante Paggi. Pero no fue una novedad. Los cambios se venían rumoreando desde la semana pasada. Hasta ahora no se sabe quien reemplazará a los destituidos.
"No tiene nada que ver con purgas masivas, son cambios operativos que los vamos haciendo en base a los objetivos que buscamos", dijo Scioli en declaraciones a Radio Diez.
"A fin de año siempre hay pases a retiro y siempre hay cambios. Este año, como fue la prioridad el Operativo Sol, yo le pedí a (el ministro de Seguridad bonaerense Ricardo) Casal que lo priorizara. Hubo resultados contundentes en ese sentido, 5 millones de turistas se movilizaron por la Costa Atlántica sin ningún problema", agregó Scioli.
