"Hubo infiltrados de Quebracho y el Partido Obrero en los incidentes", denunció el ministro del Interior, instalando la "hipótesis oficial" de los desmanes en las estaciones ferroviarias de Castelar y Merlo, pero desde ambas agrupaciones salieron a negar su participación en los violentos eventos que empañaron la mañana en ambas terminales de tren.
Federico Lopardo, de la Mesa de Conducción Política de Quebracho, manifestó que "no hemos participado orgánicamente" en los incidentes ocurridos esta mañana, aunque no descartó que haya habido "algún compañero viajando en el tren" y aclaró que, en caso de que así haya sido, "es por obra de la casualidad".
"Como en Haedo, en Constitución, es lógico el enojo de la gente. He viajado en tren y se percibe el clima", comentó y recordó que las acusaciones del Gobierno a Quebracho no son nuevas: "Hasta nos tiraron la masacre de Ramallo, dijeron que estábamos adentro del banco", recordó.
Otro referente que salió a desmentir la "hipótesis oficial" fue el dirigente del Polo Obrero, Néstor Pitrola, quien dijo que la situación "es un reflejo que tiene este gobierno autoritario. Cada vez que hay una rebelión popular como la de hoy en los trenes, busca conspiradores. Con estas acusaciones lo que quieren hacer es cubrirle las espaldas a la concesionaria, del grupo Cirigliano, que es aliado al kirchnerismo", manifestó a la agencia de noticias DyN.
"Nosotros no estuvimos ni en Castelar ni en Merlo, pero ojalá hubiéramos estado. ¿Cómo vamos a saber dónde se va a retrasar un tren?", ironizó el dirigente.