El ex icepresidente de la empresa Electroingeniería y militante peronista, Gerardo Ferreyra, propuso llevar adelante un acuerdo con China y Rusia para pagar la deuda externa con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Para ello sugirió crear un fideicomiso de inversión apuntando a realizar un repago vía exportaciones. En el pasado, el ingeniero estuvo preso por la "causa cuadernos" y también estuvo detenido durante nueve años en la dictadura de 1976.
En su perfil personal de Twitter, el empresario tiene fijado un retrato junto a la vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner cuando visitó las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic, en 2020. La foto es la misma que utilizó para su imagen de perfil. Identificado con el peronismo por su militancia en el pasado y en el presente (participó de la Marcha de la Militancia en Plaza de Mayo el 17 de noviembre), Ferreyra uso esa misma red social donde se muestra con la ex mandataria para pedir que el país se vincule con Rusia y China para pagar la deuda tomada por el ex presidente Mauricio Macri.
"Argentina no debe apresurarse para acordar con el FMI. Es una cuestión estratégica, Geopolitica, de a cual deben participar varios países de la Región. Porque el Endeudamiento fue violento, forzoso y condicionante Además nació de una decisión Política imperial amañada con Cipayos locales", expresó en el comienzo de un hilo twittero Ferreyra.
Luego pidió elaborar una estrategia de crecimiento en conjunto con China y Rusia "creando un Fideicomiso de Inversión para el Crecimiento y la Exportación. Apuntando a 100 mil MU$S de Exportaciones de los cuales se destinarán al repago".
La referencia de Ferreyra, que estuvo preso acusado por pagar sobornos en la investigación de la "causa cuadernos", se da en un escenario donde las negociaciones del gobierno nacional y el FMI están en uno de sus puntos más candentes.
"Las Condiciones geopolíticas maduraron, y el peronismo, con CFK y su relación directa con Putin, Rusia y Xi, China, puede liderar un Acuerdo como este. Los estados Acreedores cobrarán su deuda pero deberán aceptar esta estrategia de crecimiento para el pago por parte de Argentina", detalló Ferreyra que, como condición favorable de esa alianza sino-argentina-rusa que imagina, pone como factor preponderante a la vicepresidenta.
El empresario aseveró que un acuerdo con el Fondo resultaría "malo para ambas partes" e incluso expresó que unirse con las potencias asiáticas implicaría una salida de la dependencia y la "colonización financiera".
Pasado militante
Nacido en 1950, una de las primeras intervenciones políticas de Ferreyra en su Córdoba natal fue en 1966, cuando organizó una pueblada en Arias porque el gobierno militar quiso destituir al intendente local. Allí padeció por primera vez en su cuerpo los golpes de la policía. Comenzó a cursar Ingeniería en 1968 mientras convivía con su hermana Ana María, en Córdoba Capital. En esa ciudad conoció a Osvaldo Acosta, socio de Electroingeniería, con quien tuvieron su principal éxito empresarial durante los años kirchneristas.
En la universidad, Ferreyra abrazó la militancia y se alistó en las filas del Partido Revolucionario de los Trabajadores cordobés. “Empecé a militar en 1968, cuando tenía 18 años, resistiendo la intervención de la dictadura de Juan Carlos Onganía en la Facultad de Ingeniería de Córdoba. Después vino el "Cordobazo" en el ‘69 cuando ya era delegado universitario”, contó en una entrevista de 2014 a la revista Turba. Combinó la actividad política con su primer trabajo en el rubro. En 1975 cayó preso y quizás eso, como definió en esa entrevista, le salvó la vida porque el 24 de marzo de 1976 lo encontró encerrado y como tenía causas en dos juzgados, estaba institucionalizado.
El “Pabellón de la Muerte” se convirtió en su hogar durante nueve años. Allí padeció golpizas, falta de alimento y encierro en celdas minúsculas. De aquella época le endilgan que conoció al procurador del Tesoro, Carlos Zannini, y que aquella amistad le valió el trampolín para dominar las licitaciones y diversificar negocios en el kirchnerismo bajo la anuencia de Julio De Vido, hoy también detenido. “Estuvimos presos en el mismo penal, pero había 15 mil personas más que estaban presas con él”, sostuvo el empresario en 2014. Durante su cautiverio su esposa, que también estaba detenida, dio a luz a su primer hijo.
Cuando salió de la cárcel, Ferreyra comenzó a buscar trabajo. A los dos años, en 1986, ingresó en la empresa en la que se convertiría amo y señor: Electroingeniería. Se puede decir que su ascenso fue meteórico. Primero se hizo cargo en 1987 de la filial en Buenos Aires; luego dio el salto en 1998, cuando compró acciones y se incorporó al entramado societario.
Ferreyra comenzó a formar su pensamiento empresarial en pleno menemismo. Siempre dijo que se expandieron mucho más en los tiempos de Carlos Menem que durante la década K: “Nuestro objetivo nunca fue ganar plata sino crecer y construir poder”, sostenía.
El inicio del conglomerado fue bastante austero: comenzaron arreglando tableros y comandos de energía. Supo decir que mientras el establishment local vendía todo y se transformaba en rentista, ellos se dedicaban "a trabajar y a ocupar el espacio que ellos dejaban". El plan de Néstor Kirchner de reinventar una “Burguesía Nacional” que pretendía utilizar el poder de compra del Estado para fortalecer las empresas locales en la adjudicación de obras públicas, encontró un rol protagónico en la firma cordobesa.
Relación con el kirchnerismo y "causa cuadernos"
En los años kirchneristas también se animaron a incursionar en un rubro completamente ajeno: en el 2008, cuando crispaba la crisis del campo y amanecía la guerra con Clarín, le compraron a Marcelo Tinelli Radio del Plata. Además, lanzaron el canal 360TV pese a que no contaban con la licencia requerida. El fin del ciclo del kirchnerismo desnudó el management de Ferreyra y Acosta: además de no pagar las cargas sociales y jubilatorias, iniciaron una serie de despidos en la radio. Las caras visibles dentro de la emisora son, en los papeles, sus hijos: Sebastián Ferreyra y Santiago Acosta, quienes figuran como presidente y director suplente, respectivamente.
Ferreyra fue detenido el 6 de agosto de 2018 y reconoció la entrega de fondos a funcionarios de los entonces gobiernos kirchneristas, pero explicó que el dinero fue para el financiamiento de campaña. El empresario rechazó convertirse, como el resto de los ejecutivos imputados, en colaborador.
En octubre del 2019, la Cámara Federal porteña excarceló este miércoles al empresario a través de la decisión de los camaristas Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi. Ya entonces Ferreyra tenía concedido el arresto domiciliario con tobillera electrónica por razones de salud desde el 14 de junio pasado.
GI/FL