Le dicen El Jefe porque es la única que puede calmar a la fiera. Karina Milei logró lo que dirigentes, consultores y asesores renunciaron, incluso antes de intentarlo: manejar los tiempos y la agenda de Javier Milei.
“Es la persona que más quiero y en la que más confío. Ella es mis ojos y mis oídos”, calificó en diálogo con PERFIL el diputado electo por La Libertad Avanza.
Si bien tiene un perfil distinto al del economista ultraliberal, su hermana es la que maneja su agenda desde hace diez años. Coordina las conferencias internacionales y locales de Javier Milei. “Maneja todo lo que tiene que ver con él salvo su parte académica”, explicaron en su entorno.
Karina Milei elige un perfil bajo y no da notas periodísticas. Sus voceros explican que “es la persona que decide qué actividades hace Javier”, porque “es quien más lo conoce y sabe qué le gusta y qué no, con qué se siente cómodo o incómodo”.
En palabras de Javier Milei a este medio, su hermana “es un ser maravilloso”. “La persona más buena de este planeta. Es dueña de un calibre espiritual único”, valoró. Incluso, le atribuyen haberlo reconciliado con sus padres, después de varios años de distancia.
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Su vocación está principalmente en el arte. “Hace 20 años que se dedica a la actividad artística haciendo esculturas y pinturas”. Además, es hincha de Boca, tiene un palco en la Bombonera y viajó por el mundo a verlo jugar, según supo PERFIL. Milei también fue hincha del mismo club. Pero dejó de serlo. Considera que la vuelta de Juan Román Riquelme fue un hecho ”populista” y desde ahí se alejó del club de la ribera.
Una juventud compartida
En paralelo, el diputado electo era arquero de Chacarita, donde jugó en las divisiones inferiores. También tenía una banda de rock de estilo Rolling Stones. En esa época su hermana también estaba cerca. Iba a los recitales y se encargaba de la ropa que le iban tirando mientras imitaba a Mick Jagger.
“Desde chicos tenemos una relación muy linda y muy unida”, dijo sobre su hermana a PERFIL, y subrayó: “Me conoce como nadie”. Sobre su infancia, según pudo reconstruir este medio los vínculos eran opuestos: Javier era el introvertido y ella era la que más figuraba.
Ella “actuaba en todas las fiestas del colegio”, dijo una fuente que conoce de cerca el vínculo. Hasta en algunos casos Karina “se disfrazó de la mascota de los equipos de fútbol donde jugó su hermano”. “Ahí es de dónde surgió la buena relación que tiene con todos los amigos de él y equipo de trabajo”, explicó uno de los asesores de Milei. El economista dijo: “Ojalá cada persona tenga a una Karina en su vida. Soy un afortunado".
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Su lugar en la campaña
El vínculo siguió y Karina tuvo un rol clave en la campaña de su hermano. “Fue fundamental, estuvo encima de todos y cada uno de los detalles”, explicaron desde el comando de La Libertad Avanza. No solo impactó en su agenda, si no también su imagen: logró que deje de usar los trajes rayados por los lisos que usa hace poco tiempo.
Una de sus pocas apariciones en público fue en el debate de candidatos en la señal de noticias TN. Ahí dijo que lo que le pasa a la gente es lo que le pasa a ellos. Y destacó la conexión de Javier con el votante. En los cortes, era una de las asistentes que se acercaba a su atril para aconsejarlo.
