La reforma política que implementó el oficialismo, con Néstor Kirchner aún vivo, para llegar mejor posicionado a las elecciones de 2011, ahora es retrasada por el mismo gobierno, en busca de generar más divisiones entre la oposición.
La nueva norma fue aprobada a fines de 2009 en el Congreso, y la presidenta Cristina Fernández de Kirchner decretó, en junio de este año, la reglamentación de la ley. Ésta establece elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias para todos los partidos el 14 de agosto de 2010, de las cuales deben salir las listas y candidaturas para las elecciones generales de octubre.
Mientras los dos principales conglomerados opositores, el radicalismo y el peronismo federal, no definen sus candidatos, el oficialismo retrasa la reglamentación de las normas que faltan a la ley. Creen, que la falta de competidores claros beneficia a Cristina, cuya imagen viene en alza tras la muerte de su marido, y es la candidata natural para la reelección.
Funcionarios del Ministerio del Interior -a cargo de Florencio Randazzo-, la cartera que define sobre la reforma política, opinan que no hacen falta más precisiones. “No es necesario reglamentar nada más”, dijo el Director Nacional Electoral, Alejandro Tullio, al diario El Cronista.
"Las cuestiones vinculadas a las internas y al financiamiento electoral están suficientemente claras en la Ley y por eso no requieren reglamentación”, agregó el funcionario, quien no obstante afirmó que en los próximos meses “se realizarán las precisiones que sean necesarias, según el cronograma electoral lo demande”.