Un informe de la Sindicatura General de la Nación (Sigen) generó ruido en el macrismo esta semana: reveló que durante la gestión Cambiemos, en 2017, se adquirieron cinco aviones a Francia por la suma de 12.550.000 euros que no estaban en condiciones de volar.
La transacción de las aeronaves Súper Étendard Modernisé (SEM), de acuerdo a la Sigen, no contó con la aprobación de la Armada Argentina, que advirtió la necesidad de contar con determinados repuestos antes de concretar la operación, como la pirotecnia de los asientos eyectables y cabina, además del desarrollo de una inspección de los accesorios de oxígeno.
“El precio definitivo de transferencia de todos los materiales –aviones y elementos complementarios– fue de € 12.550.000, efectuado en una única transferencia bancaria. El gobierno nacional asumió todos los gastos de retiro, transporte y estacionamiento de los materiales transferidos”, precisó el órgano de control interno del Poder Ejecutivo nacional.
Y expuso que a través de la Licitación Privada N° 005/17, “se tramitó el servicio de transporte puerta a puerta de los cinco aviones más todos los complementos por un total de 1.346.255, totalizando una cifra cercana a los 14.000.000”.
El texto oficial deja claro en todo momento que, por las condiciones en que se ofrecían, las aeronaves no se encontraban en condiciones, requiriendo la ejecución de una serie de trabajos para su puesta en funcionamiento.
También, indica que los aviones, que llegaron a la Argentina tras un acuerdo entre el por entonces ministro de Defensa de la Nación, Oscar Aguad, y su par de las Fuerzas Armadas de la República Francesa, mostraban “un potencial bastante débil” y que por eso no se encontraban en uso. El informe ya se halla en manos de la Oficina Anticorrupción.