Apoyaba a una candidata en el Concejo Deliberante de Río Gallegos. Pero también sufrió el "sindrome dos puntitos".
La candidata del hijo del matrimonio Kirchner, Máximo Kirchner, perdió su reelección como presidente del Concejo Deliberante de Río Gallegos, que finalmente quedó en manos de Pablo Grasso, que pertenece al mismo partido, pero de una línea enfrentada a la que promueve Máximo.
Se trata de Adriana Reyes, una militante muy ligada a Néstor Kirchner que ocupó su banca en el 2007 y pensaba continuar en el cargo, bajo el aval de Máximo Kirchner y el empresario amigo de los Kirchner Rudy Ulloa, pero las elecciones de ayer no le dieron la victoria, pese a que daban esa batalla por ganada, informó la agencia local OPI Santa Cruz . El revés K se alcanzó con el voto de dos Concejales del FPVS y uno de la UCR.
Según OPI Santa Cruz, la estrategia del hijo presidencial y de Ulloa era reforzar la primera línea del Concejo Deliberante de la capital santacruceña, ya que quien ocupe ese cargo sería el encargado de un posible relevamiento del intendente Héctor Roquel, de la UCR. Las especulaciones dentro del PJ son la posible salida de Roquel, debido a una posible inestabilidad política en 2010, sobre todo por la poca disponibilidad de fondos que tiene la provincia para distribuir en los municipios que no son afines al oficialismo.
En los días previos a la elección se comenzaron a cruzar llamados telefónicos desde distintas oficinas desde Puerto Madero hacia el celular de Máximo y Ulloa, informó OPI. El objetivo era reafirmar a Reyes en el cargo, dado que es un puesto clave para hacerse del poder municipal si las condiciones (tal como lo conciben dentro del oficialismo) son favorables en el 2010 para los planes de Ulloa, quien tiene pretensiones de ir por la Municipalidad.
Según OPI Santa Cruz, el lunes 7 de diciembre los celulares de los Concejales riogalleguenses del PJ Mauricio Gómez Bull, Adriana Reyes, José Amador Hidalgo y Pablo Grasso no dejaron de sonar, con advertencias para los ediles que sonaban a “consejos” y otros tantos más cerca de verdaderos “aprietes” para que reeligieran a Reyes.