Un sector históricamente privilegiado como el que representa Luciano Miguens debería hacer un esfuerzo para tener más apego a las reglas, minimizar su fervorosa construcción de políticas de concentración económica y embarcarse en competir en un mercado algo más transparente”; afirmó el Presidente de la ONCCA (Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario) Ricardo Echegaray.
“ La Sociedad Rural no está para sacar y nombrar a los funcionarios de Agricultura. Tampoco para dictar las políticas agropecuarias como hicieron en otros tiempos. Como dice Miguens, esas sí eran políticas arbitrarias. La dirigencia que año tras año se nuclea en el predio de Palermo, no debe inquietarse por carecer del manejo de las políticas públicas. Los argentinos hoy tenemos un gobierno que gobierna. Un Gobierno que mantiene una visión de desarrollo productivo integral y distribución de la riqueza que deja de lado el egoísmo. Un Gobierno que pone rumbo hacia una política agropecuaria para todos los argentinos y no para un sector en particular.-
Una vez más desde la Sociedad Rural se insiste en la voracidad de los grandes productores que sólo buscan exportar a toda costa, sin ningún control del Estado, porque no les importa el abastecimiento interno. Como señalaba Raúl Scalabrini Ortiz, quizá lo que buscan es que la población argentina consuma cada vez menos carne y así ellos pueden llenar sus bolsillos con la venta de esas proteínas en el exterior, a precios prohibitivos para nuestra gente”, agregó el funcionario.
“Tampoco quieren hacerse cargo de la crisis alimentaria mundial y de la mesa de los argentinos. Lo único que les importa es la oportunidad de obtener ganancias a costa del hambre de los que no pueden pagar, lo que ellos desean ganar”.
“En esto somos categóricos: Deben saber los ruralistas de Palermo que mientras más produzcan y más declaren, más exportarán. Quiero destacar un ejemplo del sector de granos: hay 900 mil toneladas de trigo pan recientemente autorizadas para su exportación, número surgido de la producción declarada ante la ONCCA. Si quieren leer esto como una señal de la ONCCA al mercado, la señal la puedo explicar en cuatro palabras: DEBEN TRANSPARENTAR SU PRODUCCIÓN”, remarcó.
“La ONCCA es un engranaje dentro de la estructura fiscalizadora del Estado. La Sociedad Rural no debería molestarle que esta Oficina, la Aduana o la AFIP hagan su trabajo en la búsqueda de la equidad y la transparencia comercial agropecuaria. En ningún país del mundo se permite el nivel de connivencia que pretende recuperar la Sociedad Rural en aquellas instituciones que deben controlarla. De allí su enojo exacerbado hacia nuestro trabajo que se respalda en la Ley y en una nueva política agropecuaria”, dice el comunicado.