La provincia de Mendoza no aplicará la Ley de Alcohol Cero al volante que fue aprobada este jueves13 de abril en el Senado de la Nación. En sintonía con los intereses del empresariado vitivinícola, el gobernador Rodolfo Suárez sostuvo que en el territorio seguirá vigente la normativa actual.
Las imágenes de emoción de familiares de víctimas de siniestros de tránsito que pelean por lograr la nueva ley hace muchos años no conmovió al Ejecutivo mendocino. La iniciativa que elimina la tolerancia a conductores de vehículos respecto de la ingesta de alcohol fue aprobada ayer con 48 votos a favor mientras que hubo nueve que se inclinaron por la negativa.
Y, entre ellos, los mendocinos Alfredo Cornejo y Mariana Juri, senadores de la bancada radical que representan al gobernador mendocino dentro del Senado. Fueron dos de los que recibieron silbidos mientras se conocía cuál iba a ser su postura ante el tema.
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Con esa actitud, los dos representantes mendocinos salieron a bancar la postura del Gobierno mendocino, que decidió que no implementará la ley en la provincia, con lo cual allí seguirán las cosas como hasta el momento: no habrá ningún tipo de restricción si el conductor de un vehículo toma alcohol y sale a manejar, siempre y cuando no supere la marca de los 0,5 g/l de alcohol en sangre.
La postura provincial no sorprende. Meses atrás el mandatario había expresado públicamente cuál iba a ser su accionar sobre el tema.
"Lo que se está sancionando es una norma que no va a tener la finalidad que se busca porque si nosotros vemos las estadísticas en el mundo, no solamente en Mendoza, que tiene una legislación que dice 0,5 de alcohol, en esa franja de menos de 0,5 no se producen accidentes de tránsito", dijo.
Y, en esa línea, agregó que "nosotros, como mendocinos que somos capital Internacional del Vino, nos encontramos en una contradicción en ese sentido".
La exposición de Cornejo
Cornejo ocupó poco más de 20 minutos para expresar su postura negativa ante el pleno del Senado. De arranque lo hizo con dos comentarios de su vida personal: dijo que "yo también tengo un familiar directo que murió en un accidente de tránsito como consecuencia de un manejo alcoholizado" y que "mi abuelo fue contratista de viña toda la vida".
Después fue más puntual: "El argumento de que esto resuelve el problema se cae por su propio peso. Un sólo artículo en la ley de tránsito no resuelve los problemas de tránsito".
Y, para ir en contra del planteo que indica que la normativa aprobada no afecta económicamente a las productoras de vino y demás bebidas alcohólicas, sostuvo que la ley los perjudicará. "La baja del consumo son menos hectáreas de producción, y menos hectáreas es menos empleo", indicó.
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"El consumo del vino viene bajando en Argentina en forma estrepitosa. Y es la producción más integrada y menos oligopolizada", agregó el senador mendocino.
En el cierre, Cornejo ensayó su postura acerca de cómo se combaten los siniestros viales. "Legislación, racional, amparada y apalancada en evidencia técnica y una gestión de los ejecutivos provinciales y nacional, por qué no municipales, para que los controles existan. De esa forma si veremos reducida la alta tasa de siniestralidad que tiene la Argentina", dijo.
Desde el palco lo miraban atónitos los familiares de las víctimas de siniestros de tránsito, que pelean por la incorporación de un artículo en la Ley de Tránsito que elimine la contemplación de los 0,5 g/l de alcohol a la hora de manejar.
La postura empresaria
El lineamiento de la provincia de Mendoza y sus senadores oficialistas va en sintonía con el rechazo que expresó la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR). "Frente a una problemática compleja se necesita un abordaje integral, profundo, y no parcial, como plantea esta Ley que solo propone modificar un artículo", expresó la entidad en un comunicado.
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La entidad, integrada por federaciones y agrupaciones de productores vitivinícolas y propietarios de bodegas se apoyó en que "este no es el camino".
"Por el contrario, es una medida comprobadamente ineficiente e inviable que, además de no ofrecer una solución a la problemática de la siniestralidad vial, afectará fuertemente a las libertades individuales y dañará al sector gastronómico argentino, al enoturismo y a la industria vitivinícola", manifestaron.
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