Como viene ocurriendo desde el conflicto con el campo por las retenciones móviles, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner tuvo una bienvenida con protestas en la ciudad de Rosario, hasta donde llegó para encontrarse con el gobernador socialista Hermes Binner y participar de un acto en la planta de General Motors.
Militantes de la Corriente Clasista y Combativa (CCC) cortaron la autopista a Buenos Aires para exigirle a la Presidenta soluciones en torno a la crisis social que aqueja a la provincia y la promesa de los 100 mil planes laborales para cooperativas, anunciados hace poco más de un mes.
El dirigente de la CCC, Eduardo Delmonte, afirmó al sitio LaCapital.com.ar que la movilización "es nuestra manera de decirle a la Presidenta que hizo una promesa y no se está cumpliendo. Pero nuestro plan de lucha no termina aquí".
No obstante, Cristina logró eludir los piquetes ya que tras aterrizar a las 16.50 en el aeropuerto Islas Malvinas, se trasladó en un helicóptero hacia la planta industrial de General Motors, en la localidad santafesina de Alvear, a 15 kilómetros al sur de Rosario, donde presentará un nuevo modelo automovilístico.