POLITICA
ciudad de buenos aires

Rumores de saqueos extienden la psicosis

Persianas bajas. En Liniers y en la avenida Avellaneda muchos comercios grandes cerraron antes.
| Juan Obregon

Los gritos anunciando saqueos recorrieron en apenas unos segundos cada una de las calles de los comercios que rodean la estación de trenes del barrio porteño de Liniers. Los puesteros no tardaron en levantar la mercadería y los comerciantes cerraron inmediatamente las persianas.
Al mismo tiempo, en las redes sociales se anunciaban saqueos en los locales de Garbarino, Frávega y el shopping Plaza Liniers, sobre la avenida Rivadavia. Ayer a las cinco de la tarde Twitter había logrado viralizar la psicosis ante posibles robos y disturbios en distintos lugares de la Capital Federal.
Sin embargo, ninguno de estos locales sufrió saqueos, pero ante los rumores cerraron sus puertas. Lo mismo ocurrió en Flores y en Villa Soldati.
Los comerciantes de los negocios más chicos se atrincheraron dentro de los comercios con cuchillos en sus manos, dispuestos a defender su trabajo como sea. Los cientos de personas que cada sábado visitan tradicionalmente estas calles corrieron hacia las vías laterales, a la espera de la policía.
Pasaron algunos minutos y cuando los patrulleros y las motos policiales comenzaron a circular por la zona los comerciantes y puesteros retomaron el ritmo habitual de su trabajo.
“Dicen que hubo robos en las zapaterías de la otra cuadra”, coincidieron vendedores y agentes de fuerzas de seguridad ante PERFIL. Esta frase se repetía en cada una de las vías de la calle Ramón Falcón. Sin embargo, este medio no encontró ningún comercio saqueado durante una recorrida por los lugares mencionados.
Los comerciantes quedaron en estado de alerta y se mantienen atentos sobre todo a los motociclistas. Aseguran que en los últimos años los saqueos en la zona comenzaron con un pequeño grupo de personas que llegaron en motos y generaron el “efecto contagio”, dando vía libre a robos a los propios compradores que estaban en el lugar.
Cuando todo se había normalizado, en las redes sociales se seguía hablando de los saqueos a pesar de la falta de certezas. Incluso el dirigente kirchnerista Luis D’Elía difundía un teléfono del Ministerio de Seguridad de la Nación para denunciarlos