POLITICA

Sabbatella le pone plazos a Clarín: la adecuación no tardaría "más de un año"

Aunque aseguró que "cuesta poner un plazo de punta a punta", el titular del AFSCA dobla la apuesta. "Buscamos adecuar con el mecanismo que sea", advirtió. Galería de fotos

El AFSCA llegó a Clarín con una considerable cantidad de legajos que acompañaron a la notificación.
| DyN.

El titular de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA) estimó hoy que el proceso de adecuación del Grupo Clarín demorará "no menos de 6 meses y no más de un año", pocas horas después de la controvertida visita que hiciera a la sede de la empresa en Barracas para notificarla sobre la "adecuación de oficio" derivada de la aplicación de la Ley de Medios.

Sin embargo, justificó que "no es lo mismo concursar a una empresa con 10 licencias, que (a otra) que le sobran 200", y esgrimió: "Cuesta poner un plazo de punta a punta" en función del tamaño de la empresa".

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Sabbatella reiteró que si bien los plazos del Grupo Clarín para presentar el plan para adecuarse a la norma "están vencidos", la AFSCA podría evaluar una propuesta del Grupo en caso de querer sumarse a la presentación de Fintech Advisory, inversor minoritario en Cablevisión.

También afirmó en declaraciones a Radio Del Plata que no existirían problemas, si el multimedios "completa y demuestra positivamente la voluntad de retomar eso". "El AFSCA no busca adecuar voluntariamente o de oficio", expresó. "Lo que buscamos es adecuar con el mecanismo que sea", advirtió.

En cuanto a los planes presentados por el resto de los grupos que incumplen la Ley, aclaró que aún "no" fueron evaluados y, en ese contexto, expresó que "la Ley se tiene que aplicar en igual de condiciones para todo el mundo y no puede haber ningún tipo de diferencias y sin presiones de nadie".

Duelo. A sabiendas de que su visita traería cierta polémica, el titular del AFSCA se presentó hoy en el edificio principal del Grupo Clarín para notificar formalmente a la empresa sobre el cronograma de "adecuación de oficio" al que la empresa deberá someterse tras el fallo de la Corte Suprema de Justicia, que ratificó la constitucionalidad de la discutida normativa.

Durante la hora y cuarto que estuvo en el edificio ubicado en la calle Piedras al 1800 en el barrio de Barracas, el funcionario expresó: "El 6 de diciembre el socio minoritario del Grupo Clarín, que posee el 40 por ciento de las acciones, presentó un plan de adecuación. Si el Grupo en su totalidad se suma a esta presentación nosotros podríamos evaluarla. Mientras tanto continúa la adecuación de oficio y Clarín tendrá 15 dìas para notificarse de esta presentación". Ante ello, la empresa rechazó el procedimiento, que consideró "ilegal" y "de facto".

Los visitantes desparramaron sobre la mesa una considerable cantidad de legajos que acompañaron a la notificación, dándole al Grupo Clarín 15 días para que responda a los requerimientos de la AFSCA, mientras que la escribana consignó la entrega y los argumentos de las dos partes en un acta.

En ese sentido, Mosca detalló que las autoridades hicieron sus demandas y que los abogados de Clarín rechazaron la situación, bajo el argumento que no les corresponde una adecuación "de facto" ya que en los tiempos en que se ejecutó la Resolución de la AFSCA, estaban bajo la protección de la Justicia.

Non grata. Esta no es la primera visita que el titular del AFSCA hace a Clarín, ni tampoco es la primera vez que la empresa ve con malos ojos la mediática aparición del funcionario.

En diciembre de 2012, tras el fallo del juez Horacio Alfonso -en favor de la constitucionalidad de la ley-, Sabbatella irrumpió en Clarín.  "Acaba de empezar la tranferencia de oficio", anunció. "La ley es constitucional y está en plena vigencia", dijo el titular del AFSCA, sin estimar el rechazo del Grupo, que consideró la presentación como "ilegal" y la conducta del funcionario como un "delito de desobediencia". Tuvo que esperar casi un año para volver, esta vez, con el fallo de la Corte bajo el brazo.