Uno de los integrantes del triunvirato de la CGT, Juan Carlos Schmid, admitió rispideces puertas adentro de la central sindical y disparó contra el Gobierno que criticó la movilización del martes pasado.
"Los que están en la Casa Rosada son apenas inquilinos", advirtió Schimd, referente del moyanismo, al reconocer que "hay mar de fondo" entre la central obrera y el Gobierno nacional. "Los dueños de la República son el resto del pueblo", enfatizó.
"Las victorias no son buenas consejeras", afirmó el único orador del acto de la CGT al referirse al buen resultado electoral que tuvo el oficialismo en las elecciones primarias. "Nosotros tenemos una agenda social que no se resuelve únicamente con el voto. Se resuelve con medidas que tome el Ejecutivo, con un abordaje integral de los problemas", agregó.
Quien se mostró en sintonía con las declaraciones de Schmid fue el secretario general de la Asociación Bancaria, Sergio Palazzo, quien consideró que "la pelea del Gobierno con los sindicatos esconde otra cosa", como por ejemplo "una reforma laboral".
"No se ha escuchado una (medida) buena para los trabajadores", aseguró el dirigente gremial. "Si no escuchan nuestros reclamos es necesario un plan de acción, entre ellos un paro, porque hubo un tarifazo fuerte, pérdida de poder adquisitivo y precarización laboral", advirtió.
Además, Palazzo denunció que "el supuesto crecimiento del empleo en realidad es una pérdida de empleo de calidad", ya que "se ha sumado el monotributo que es una forma de precarización laboral".
Según consideró el referente del gremio de los empleados bancarios, "fue un error de los sindicatos que no se sumaron a la movilización en Plaza de Mayo, porque muchos trabajadores que tienen problemas se sintieron contenidos por la movilización".