El ex apoderado de las Madres de Plaza de Mayo Sergio Schoklender pidió que la reunión que mantendrá el jueves con los integrantes de las comisiones de Asuntos Constitucionales y Vivienda de la Cámara Baja sea abierta a la prensa. Mientras, siguió la embestida del radicalismo contra el socialista Hermes Binner por haber pedido que el tema solo se trata en la órbita judicial.
No obstante, la mesa nacional del FAP, encabezada por Binner, tal vez por asimilar el golpe de sus ex socios radicales, pareció virar de postura y, si bien acusó hoy a Schoklender de querer "montar un circo mediático en el Congreso", anunció que los legisladores del espacio participarán de todas las instancias de debate que surjan al respecto, en clara alusión al plenario del jueves.
En tanto, el presidente del bloque de diputados nacionales socialistas, Lisandro Viale, informó a DyN que impulsará "la interpelación del ministro (de Planificación Federal, Julio) De Vido" y dijo que los diputados de su partido y del espacio asistirán al plenario.
A su vez, el diputado radical Rubén Lanceta pidió mediante nota a las autoridades de ambas comisiones, la duhaldista Graciela Camaño (Asuntos Constitucionales) y el radical Hipólito Faustinelli (Vivienda), que también se convoque a la presidenta de la Asociación de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonaffini.
Schoklender -quien hoy en declaraciones radiales volvió a rechazar las acusaciones en su contra y aseguró que en el gobierno nacional "van a tener que explicar qué carajo hicieron con la plata" asignada a la construcción de las viviendas sociales no realizadas- pidió a Camaño y Faustinelli que la reunión del jueves sea abierta al periodismo, pese a que primero había solicitado lo contrario: que fuera reservada.
Por su parte, el juez federal Norberto Oyarbide prorrogó por tercera vez el secreto de sumario en la causa en que se investiga si Schoklender y otros imputados desviaron fondos públicos que tenían como destino al plan "Sueños Compartidos" de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, eso significa que las partes siguen sin tener acceso al expediente, informó una fuente judicial.
Desde el radicalismo se buscó cercar a Binner: el candidato presidencial Ricardo Alfonsín dijo que el santafesino "se equivoca" al no acompañar la iniciativa opositora; su compañero de bloque Juan Tunessi aseveró que "la alianza de Binner tiene componentes filokirchneristas"; y el candidato a diputado nacional Miguel Bazze sostuvo que "resulta extraño, llamativo y preocupante" que Binner y Margarita Stolbizer se opongan "a la participación del Congreso" en el esclarecimiento del hecho.
A su vez, el jefe del bloque de diputados nacionales K, Agustín Rossi, reiteró que su bancada "no va acompañar el pedido de parte de la oposición para que Sergio Schoklender vaya a declarar al Congreso Nacional" y señaló que "este intento de un sector de la oposición de convocar a Schoklender no corresponde, no es procedente y es incorrecto".
En sentido similar se pronunció el líder de Nuevo Encuentro, Martín Sabbatella, quien indicó a través de un comunicado, que "la oposición está perdida, sin saber qué hacer ni adónde ir", los acusó de querer "montar otro show mediático" y dijo que, "en nombre de la calidad institucional, se burlan de la división de poderes consagrada por la Constitución".
El asunto Schoklender puso de relieve también discrepancias internas en algunos bloques como el de la Coalición Cívica, y lo prueba que la diputada Patricia Bullrich volvió a defender la movida opositora al sostener que "el Congreso recibe a Schoklender como en su momento recibió a Yabrán", mientras sus compañeros de bancada Alicia Terada y Carlos Comi vienen desde hace días planteando una posición en contrario y acusaron a Schoklender como "extorsionador".