Esta noche Daniel Scioli volverá a pisar, después de nueve días, territorio bonaerense. El gobernador regresa de Italia con varias decisiones tomadas, y para comunicarlas convocó a parte de su gabinete a Villa La Ñata mañana por la mañana. “Mis funcionarios no hablan en off”, es una de las frases que le gusta repetir a Scioli pero que, esta semana a miles de kilómetros de distancia, no pudo hacer cumplir. El martes comenzaron fuertes rumores en la Gobernación sobre cambios inminentes, relevos de ministros y funcionarios.
El dato más resonante sería la renuncia del interventor del Instituto de Lotería y Casinos de la Provincia de Buenos Aires, Luis Peluso, quien se encuentra jaqueado por una serie de denuncias judiciales. Tal como publicó PERFIL el pasado domingo, la Justicia investiga a Peluso por la instalación de una mesa de dinero, la organización de tours en Las Vegas para apostadores millonarios. Y unos sugestivos viajes a los Estados Unidos e Uruguay en los últimos años que reforzarían la idea de que Peluso jamás se desvinculó del negocio. El interventor de Lotería también tiene una lujosa propiedad en Miami y embarcaciones exclusivas.
Pese a que el asesor Carlos Gallo, a quien se vincula con el empresario del juego Cristóbal López, quiere instalarse en el Instituto, este lugar podría ser ocupado por “alguien con menos prontuario”, explican en la administración provincial y agregan: “Tenemos que sacar a Martín Ferré de Producción porque hace agua”. El actual ministro de Producción podría trasladarse así a Lotería.
Oxigenación. Después de la derrota del 28 de junio, el ex vicepresidente decidió abrir el gabinete a los intendentes. “Hay que resistir”, grafica un funcionario. A Scioli le quedan dos años y medio difíciles, tanto económica como políticamente, y buscará apoyarse en los jefes comunales del Conurbano, para quienes reservó también direcciones y subdirecciones.