Un año y cuatro meses pasaron de aquel 2 de diciembre de 2021 en el que Horacio Rodríguez Larreta presentó como ministro de Gobierno a Jorge Macri. Esa mañana, el intendente de Vicente López cruzó la General Paz y fue hasta el predio de La Rural, donde participó de un anuncio del jefe de Gobierno porteño y fue oficializado públicamente en una conferencia de prensa donde hubo halagos, foto y abrazos entre ambos.
Con el diario del lunes, la imagen quedó como un recuerdo de los buenos tiempos, en los que todavía faltaba tiempo que recorrer hasta llegar al actual debate por el armado electoral. Y la foto quedó vieja: este lunes Larreta anunció el "desdoblamiento concurrente" y puso al PRO en un tembladeral al ir en contra de los intereses de Mauricio Macri de que eso no ocurra porque no le era conveniente para que su primo Jorge, ministro porteño, tenga un mejor desempeño como candidato a jefe de Gobierno.
El anuncio de la nueva modalidad de elecciones ya fue realizado y sus efectos más inmediatos no tardaron en hacerse ver: desde el rechazo del eje Mauricio Macri - Patricia Bullrich - María Eugenia Vidal hasta los apoyos a la medida que llegaron de parte del radicalismo y la Coalición Cívica.
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Seguro que el impacto del nuevo modo de votación seguirá en los próximos días, pero hay un punto concreto en la historia y es que Jorge Macri, en su calidad de ministro de Gobierno, debe ejecutar la decisión de Larreta.
Así lo establece el marco normativo que rige a ese Ministerio y lo confirman a PERFIL fuentes del Gobierno de la Ciudad. Es decir, Macri está a cargo de implementar una medida con la que no está de acuerdo y que, a priori, lo perjudica en el caso de que sigan en pie sus intenciones de competir por ser jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires. Según supo este medio, no está en sus planes renunciar al cargo ni bajarse de la candidatura.
Macri y la puesta en marcha del "desdoblamiento..."
La normativa vigente indica que el Ministerio de Gobierno es el encargado de poner en marcha el nuevo sistema electoral. Según se supo de fuentes oficiales, Macri lo hará "cuando sea el momento" ya que lo de ayer sólo fue el anuncio y resta, de acá en más, que se sucedan los formalismos para que eso ocurra. Es decir, tiene que ratificarse a través de un decreto publicado en el Boletín Oficial de la ciudad y sobre esa base avanzar con todos los pasos para la convocatoria electoral.
Todo ese marco procesal está previsto en el Código Electoral que aprobó la Legislatura porteña en 2018. La oficina que lo ejecuta es el Instituto de Gestión Electoral (IGE), una dependencia autárquica dependiente del Poder Ejecutivo pero con anclaje en el Ministerio de Gobierno. Así las cosas, la tarea de Macri es darle impulso político a la modificación del sistema de votación.
"El Instituto es la autoridad de aplicación, el que operativiza la decisión", dijo a PERFIL una fuente al tanto de los pormenores de los procesos electorales.
¿Podrían sacarle las competencias?
Pero ya de entrada en la calle Uspallata, sede del Gobierno porteño, vislumbran una situación conflictiva que podría darse al momento de la oficialización de candidaturas. Si Jorge Macri formaliza y se inscribe como candidato estará en crisis lo que denominan como "sistema de profilaxis electoral", algo así como un conflicto de intereses.
Cerca del jefe de Gobierno reconocen que eso puede significar un problema a futuro pero le restan importancia. Afirman que "hoy realmente no es un tema" y coinciden en que la solución podría aparecer con un cambio en la órbita de funcionamiento del Instituto. O sea, por medio de un decreto que de manera provisoria deje de lado al Ministerio de Gobierno y entre en juego otra repartición.
Otra de las personas consultadas por este medio sostiene que eso debe preverse de antemano para evitar llegar al conflicto. Que le saquen las competencias electorales a Macri antes de que ponga en marcha el sistema.
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"Me parece mal cambiar las reglas a último momento. Segundo, nunca se usó este sistema de que el mismo día se vote con dos mecanismos distintos en la Ciudad. Este es un experimento caro y complejo para mí", había dicho Jorge Macri el domingo en Radio Rivadavia.
De todos modos no se trata de una situación que genere previsiones de conflictos políticos más graves o que puedan incidir en la interna, por ejemplo. A propósito de ello, en el Gobierno porteño recuerdan como antecedente lo que ocurrió en mayo del 2015 cuando la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner firmó un decreto en el que le sacó por decreto el manejo de la Dirección Nacional Electoral (DINE) al entonces ministro del Interior, Florencio Randazzo, perfilado como candidato a presidente del Frente para la Victoria.
En aquel entonces, el organismo pasó a estar en manos del Ministerio de Justicia que encabezaba Julio Alak.
"Eso podría repetirse si (Eduardo) "Wado" de Pedro finalmente se lanza", sostuvo una fuente PRO. "Y también podría pasar acá", añadió otro de los consultados por este medio.
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