Al Gobierno se le complicó el panorama con el candidato que pensaba llevar a la Cámara Federal. Se trata de Pablo Bertuzzi, uno de los jueces que desde el Tribunal Oral Federal 4 lleva adelante los juicios de Amado Boudou (por Ciccone) y de Julio De Vido (por la tragedia de Once). Nadie dice que esté todo perdido y el jueves podría haber novedades, pero una nota enviada ayer desde el propio seno de la Cámara Federal salpicó el panorama.
Los jueces Martín Irurzun y Mariano Llorens (recién llegado a Comodoro Py) le dijeron al Consejo de la Magistratura que se oponían al traslado de Bertuzzi. Tal como había adelantado PERFIL hace unas semanas, Irurzun no quiere saber nada con una mudanza de Bertuzzi del sexto al segundo piso. Reclama que se apure y amplíe el concurso para la elección de camaristas.
Desde el año pasado, la Cámara Federal viene sufriendo un proceso de desguace: primero vino la destitución de Eduardo Freiler y después las consecuencias del fallo en favor de Cristóbal López, que derivaron en la jubilación de Jorge Ballestero y el traslado de Eduardo Farah al fuero penal económico.
El Gobierno creyó que podía encontrar una solución en la llegada de Bertuzzi. Primero el juez Leopoldo Bruglia, ya integrante de la Sala I de la Cámara Federal, había promovido el pase de Bertuzzi, pero una ley de subrogancias cambió el tablero. La semana pasada, el propio Bertuzzi pidió entonces su traslado definitivo para ocupar la vacante que había dejado de Ballestero.
Sin embargo, sorpresivamente, sus (¿futuros?) compañeros no tuvieron la mejor bienvenida. En una nota al Consejo, Irurzun sostuvo que no hay ninguna circunstancia que justifique el traslado, ni tampoco una “circunstancia excepcional” porque “el Tribunal no ha visto paralizada su actividad en ningún momento”. Hasta se preocupó por las consecuencias que podría tener el traslado de Bertuzzi para los tribunales orales, hoy aquejados de juicios contra el kirchnerismo.
Bruglia, en cambio, salió a “bancar” a su amigo “Cacho”. Dijo que los traslados “se viene aplicando pacíficamente hace 18 años, sin cuestionamientos, y ha servido para paliar diversas situaciones, fundamentalmente atinentes a un mejor funcionamiento de las labores y a suplir deficiencias en la integración de los Tribuna y sostuvo que “decenas de magistrados han sido así trasladados sin mayores controversias, facilitando la labor y función jurisdiccional”.
Le tocó definir a Llorens, quien llegó a Py tras un concurso abierto hace diez años y paralizado durante el kirchnerismo. Opinó que en pos de “un correcto orden institucional” no correspondía el traslado de Bertuzzi por quien –aclaró- “tiene la más alta estima personal y profesional”.
La nota no es vinculado, pero sorprendió incluso a algunos consejeros que tendrán ahora la llave para resolver si Bertuzzi pasará a integrar la Cámara Federal.
El Consejo se prepara para tratar el tema en medio de un clima de tensión
La mañana del próximo jueves se realizará el Plenario del Consejo de la Magistratura, en el que se tratará tanto el tema de traslados de magistrados en general, como el caso de Bertuzzi en particular. Hasta ayer eran varios los miembros de ese organismo que, consultados por PERFIL, dudaban de que pudiera saberse entonces qué sucederá finalmente con el magistrado cuyo nombre está en danza desde abril pasado. Si el caso no se destraba esa jornada, pasará para agosto cuando se reanude la actividad del Consejo tras la feria judicial de invierno. Desde allí también insistían que la última palabra sobre el destino de Bertuzzi la tendrá el Ejecutivo.
Por lo pronto, en la Comisión de Selección, donde se trató el tema el último jueves hubo gritos. Fue el legislador Rodolfo Tailhade, del Frente para la Victoria (FpV), que se opone al traslado, quien visiblemente molesto, aseguró: “este organismo está para designar jueces, no para trasladarlos”.