POLITICA
a once meses de la muerte

Se frenó la causa Nisman por la disputa por el fuero

Sandra Arroyo Salgado pretende que el caso pase a la órbita de la Justicia Federal. Sus representantes cuestionan a Viviana Fein, quien suspendió nuevas medidas de prueba hasta tanto se defina el futuro de la investigación.

El juez Ernesto Botto sobreseyó a Fein en la causa por el testimonio de Antonio "Jaime" Stiuso
| Cedoc

La investigación por la muerte del fiscal Alberto Nisman volvió a quedar paralizada. Será hasta tanto se resuelva si pasa al fuero federal, como pretenden los abogados contratados por Sandra Arroyo Salgado, o si por el contrario se mantiene bajo el mando de la fiscal Vivana Fein.

La segunda declaración de Soledad Castro, mano derecha de Nisman, provocó un quiebre, quizás el más evidente, en la investigación por la muerte del fiscal.

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El testimonio de la secretaria del ex fiscal de la UFI-AMIA, una de las personas con las que habló por última vez y con quien había pactado reunirse el domingo en que fue hallado muerto, puede ser decisivo para que la causa pase a la Justicia Federal, tal como quieren la jueza Sandra Arroyo Salgado y Pablo Lanusse, el abogado de la madre de Nisman, Sara Garfunkel.

El martes pasado, Castro se sentó frente a la fiscal Viviana Fein y su secretario letrado, Bernardo Chirichella, y volvió a declarar, a pedido de las querellas. Dijo mucho más que la primera vez, cuando declaró en enero. Su testimonio se centró en explicar cómo, junto con Alberto Nisman, confeccionó la denuncia de encubrimiento contra la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y en algunos detalles de la causa AMIA. Pero también aludió al estado de ánimo de Nisman en sus últimas horas.

“Dijo que estaba entusiasmado (por la presentación que iba a ser de la denuncia en el Congreso de la Nación al día siguiente)”, según detalló el abogado querellante Manuel Romero Victoria, también presente en la audiencia. Según contó Castro a la fiscal, nada en su comportamiento hacía pensar que fuera a quitarse la vida.

El sábado 17 de enero la secretaria letrada de la UFI-AMIA dialogó por teléfono con su jefe varias veces en torno a la presentación que el fiscal iba a hacer el lunes 19. Castro lo conocía bien. Trabajó más de cinco años con Nisman en la investigación sobre el atentado a la mutual judía.

Fuentes del caso indicaron a PERFIL que Fein, pero sobre todo su secretario Chirichella, comenzaron a subir de tono. No entendían por qué, no había mencionado esos datos en la primera declaración. Castro explicó que respondió todo lo que le habían preguntado y qué no sabía qué era lo que necesitaban. Tampoco la habían llamado a declarar otra vez. Fueron los abogados de Arroyo Salgado quienes solicitaron la medida.

Fuentes cercanas a la fiscalía señalaron que el enojo de los funcionarios judiciales respondía a que creían que el testimonio de la secretaria de Nisman estaba direccionado para lograr que la causa deje el ámbito de la Justicia ordinaria y pase a los tribunales de Comodoro Py. Sugirieron que Castro no respondió a las preguntas de Fein y que intentó desviar la atención hacia la denuncia por encubrimiento y la causa AMIA como presuntos móviles de un homicidio, hipótesis que sostienen las querellas.

La testimonial se salió de control y Fein debió suspenderla. Había pautado que continuaría este miércoles, pero la suspendió hasta que se defina la competencia de la investigación. La fiscal del caso ahora debe contestar el pedido de las querellas, que por primera vez hacen oficial su intención de llevar la causa a la Justicia Federal. Hasta que Fein no fije su posición –si quiere seguir a cargo de la investigación o si declina la competencia– la causa volverá a paralizarse.

Mientras tanto, la fiscalía y la querella sumaron más de-sencuentros. El abogado Pablo Lanusse, quien representa a la madre de Nisman, decidió recusar a la mano derecha de Fein, el secretario Chirichella. Pidió, además, protección laboral y personal para Castro, debido a que varios pasajes de su testimonio fue difundidos en la prensa. Ambos lados sostienen que Castro está siendo presionada.

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Los abogados de la familia suben la presión para cambiar de juzgado

Agencias

Con el objetivo de quitarle la investigación a la fiscal Viviana Fein, el abogado Federico Casal, quien fue contratado por la jueza Sandra Arroyo Salgado para representar a las hijas de Alberto Nisman, insistió ayer con la teoría del asesinato y aseguró que existen “pruebas” suficientes para acreditarlo.

La estrategia de Casal y de su socio Manuel Romero Victorica es sacar la causa de la órbita de Fein y llevarla al fuero federal. De ahí que las críticas de los abogados de Arroyo Salgado hacia Fein subieron sistemáticamente de intensidad.

Ayer, Casal, acusó a la fiscal de no haber hecho “nada” frente a ciertos indicios que, a su juicio, podrían haber esclarecido el caso.

“En el departamento de Nisman se encontraron tres huellas dactilares aptas para el cotejo; esta información la recibió la doctora Fein por escrito hace muchísimo tiempo. ¿Saben qué hizo para investigar la pertenencia de estas huellas? Nada”, enfatizó el abogado en declaraciones a radio América.

El abogado también criticó la actitud que le atribuyó a Fein al tomar testimonio de Soledad Castro, secretaria de la UFI-AMIA y mano derecha de Nisman. Casal dijo que el secretario de la Fiscalía llegó a tener una postura “intimidante” hacia Castro, aparentemente “molesto” porque la colaboradora de Nisman insistía en relacionar la muerte del fiscal con su denuncia contra la presidenta Cristina Fernández y funcionarios nacionales por presunto encubrimiento de Irán en el ataque a la AMIA.

“Todo esto está relacionado, nosotros decimos que lo mataron; en el expediente no hay nada que acredite que esto fue un suicidio. La conducta y actuación de Nisman, momentos previos a su muerte, no son congruentes con la hipótesis del suicidio”, subrayó Casal.