Cuando el año pasado el entonces presidente Néstor Kirchner admitió que el sistema aéreo argentino estaba quebrado, hubo una señal de alerta para las autoridades. No había control y los riesgos de accidentes eran muy altos. Hubo grandes anuncios, pero pocos se concretaron. Primero, se alquilarían radares a España; luego se dijo que se construirían once para mejorar el servicio. Sin embargo, hace unos días los problemas volvieron y hubo nuevas demoras para los usuarios.
El comienzo. El 1º de marzo de 2007 un rayo cayó sobre el radar Baires que controlaba el tránsito aéreo en el Aeropuerto de Ezeiza y el Aeroparque Jorge Newbery. El hecho produjo importantes demoras y reprogramaciones de vuelos afectando a 16 mil pasajeros por día. Eso no fue todo: además se obligó a los operadores de vuelo a trabajar manualmente.
Fuera de control. El 15 de marzo de ese mismo año, el entonces presidente Kirchner en un acto público admitió que el sistema aéreo argentino “está quebrado” y firmó el decreto 239/07 que le quitó a la Fuerza Aérea el control de la seguridad aérea para que sea controlado por la esfera civil. El traspaso se realizará en abril de 2009. Además, ordenó alquilar dos radares a España y que se construyan once radares a través de la estatal INVAP.
Hace un año se adquirió el sistema de procesamiento de radares de la empresa española INDRA, especializada en tecnologías de la información. Estos se utilizaron para actualizar el sistema de control de Ezeiza y el centro de control de Córdoba, los dos más importantes del país. Además se alquilaron dos antenas a España: una se instaló en Morón y la otra en Ezeiza. La última sigue trabajando, pero la primera de ellas tuvo serios problemas de funcionamiento y hasta quejas por la radiación emitida.
Garré conducción. Los radares que mandó a construir en su momento Kirchner aún no están en funcionamiento. De los 11 que se anunciaron, sólo se hicieron dos y todavía están a prueba: uno en Neuquén y el otro en La Pampa, según informaron fuentes de la Asociación de Controladores de Tránsito Aéreo (ACTA).
Sin embargo, Enrique Piñeyro es ex piloto de LAPA, empresa a la cual renunció en 1999 cuando denunció fallas en los aviones, fue más allá y dijo que "aún no hay ninguno funcionando". Su película "Whisky Romeo Zulu" marcó un precedente en la historia aérea del país. Ahora, critica la gestión de la Ministra de Defensa Nilda Garré. "Por esos 11 radares el Estado pagó 56 millones de pesos y todavía están en veremos". El ex piloto dijo que " la Ministra miente y cubre su falta de gestión. Su mentira tienen patas cortas" y luego sentenció "estamos igual que en marzo de 2007".
Siguen los desperfectos. El lunes hubo nuevos problemas con los radares en Ezeiza y Aeroparque. Por un corte de energía dejó de funcionar el sistema de refrigeración. Esto hizo que se queme la Unidad de Poder Suplementario (UPS) que abastece a todo el sistema de radar del centro de control. Si esto sucede, las Fuerzas Aéreas tienen un control de área alternativo, que inexplicablemente no funcionó.
Según comentaron a Perfil.com fuentes de la Asociación de Controladores de Tránsito Aéreo (ACTA), en este caso, como en otras circunstancias anteriores, se tuvo que trabajar de forma manual. "Chequeamos la posición de los aviones por radio y los ubicamos en el mapa. Eso es muy estresante para nosotros porque todo se hace manualmente", explicó uno de los trabajadores. Esto también hizo que los vuelos se demoren ya que "es imposible poner tantos aviones en el aire si se trabaja manualmente. Es un peligro" añadió.
Versión oficial. Perfil.com contactó a una alta fuente del Ministerio de Defensa que pidió no ser identificada. En la charla telefónica defendió la gestión y negó las afirmaciones anteriores. Aunque no supo especificar, aseguró que actualmente están funcionando "entre cinco y seis radares" en el país. Por último, no negó que los problemas del lunes hayan sido por deficiencias en el mantenimiento.
¿Y las inversiones? Diversas fuentes explicaron que falta inversión para que estos problemas no se repitan, pero hay una orden de no introducir más dinero para reinvertir. "Las Fuerzas Aéreas saben que entregan el poder a ANAC (Administración Nacional de Aviación Civil) en abril, por lo que no se hizo mucho más que lo de los alquileres (a España)" comentaron, al tiempo que explicaron que "eso se notó en el manejo del personal. Hay incertidumbre, no hay información ni colaboración".