POLITICA
Panorama educativo

¿Sin vencedores ni vencidos?

El ministro de Educación porteño, Mariano Narodowski, sentó finalmente a su mesa a 14 de 17 sindicatos docentes, logró que levanten el paro de 48 horas y acordó un aumento que difiere en sólo 50 pesos con el de la Provincia.

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| Télam

El ministro de Educación porteño, Mariano Narodowski, sentó finalmente a su mesa a 14 de 17 sindicatos docentes, logró que levanten el paro de 48 horas y acordó un aumento que difiere en sólo 50 pesos con el de la provincia de Buenos Aires, que representará globalmente una erogación de 38 millones de pesos para la Ciudad.

Entre otras concesiones de las partes, se convino además el viernes último, sin la presencia de los ceteristas de UTE que dieron un portazo y finalizaron su vigilia, que los docentes recuperen los siete días de huelga para alcanzar el piso de 180 del ciclo lectivo y que el gobierno porteño no les descuente las jornadas de paro.

Aparentemente al gobierno de la Ciudad hay una jugada que le salió bien.

Teniendo en cuenta que pregonó hasta el cansancio "no hay dinero", que rechazaba los "superpoderes" que votaron los bloques opositores de la Legislatura para que usara una partida presupuestaria de 140 millones para los docentes y que era "la verdad y no una estrategia de negociación", más allá de su verosimilitud, pareciera que la estrategia funcionó.

Los datos objetivos señalaban desde hacía varias semanas que los docentes porteños mantenían un "profundo conflicto", que se perdieron siete jornadas de clases en el distrito, que en la Provincia -que cuadriplica en maestros a la Ciudad- recibieron un segundo aumento y que se acercaban tiempos aciagos.

Sobre esto último se sucedieron expresiones e imágenes alarmantes por estos días, que daban cuenta de nuevas huelgas para fines de octubre y para noviembre; de carpas en la calle; de marchas y protestas y de represión policial con heridos, con la llegada del primer paro nacional el martes último durante el gobierno de Cristina Fernández.

Esto sucedía mientras persisten desde principio del año lectivo 2008 huelgas, marchas y protestas en el llamado "interior" del país, en donde existen también docentes, escuelas y alumnos.

En Catamarca, por caso, los docentes ya van por las dos semanas de huelgas ininterrumpidas, también por mejoras salariales y de infraestructura escolar. Al igual que en Santiago del Estero, donde no hubo este año un mes sin paros, el magisterio alega tener "el sueldo más bajo del país, pernoctó frente a la Casa de Gobierno provincial en demanda de libertad de expresión y además pidió por la mejora del servicio de comedores escolares.

Maestros y profesores de Entre Ríos, Chubut, Chaco, Neuquén, Tucumán también protagonizaron conflictos con fuertes huelgas, cortes de puentes y rutas, clases públicas, pero lamentablemente para injusticia de muchos, la Ciudad de Buenos Aires marca los hechos y las noticias del país central. En la Ciudad, donde convive el magisterio más atomizado del país, un fenómeno de una jurisdicción con 17 sindicatos docentes, la mayoría quiere volver a clase, consideró viable el aumento y adelantó que pondrá el hombro para recuperarle las clases a los alumnos y alcanzar los 180 días de clases.

La propuesta aceptada consistirá en que cobren 110 pesos mensuales desde el 1ro. de noviembre de este año a febrero de 2009, es decir llevar el sueldo inicial a 1.400 pesos, y luego esa suma similar al incentivo del FONID, se incorpore como remunerativa y bonificable, es decir a la jubilación y antigüedad.

También los docentes con dos cargos alcanzarán la "doble garantía salarial" es decir 2.800 pesos, a partir de febrero.

"Eso era lo que Narodowski quería transmitirle al ministro de Educación nacional, Juan Carlos Tedesco, cuando le pidió la audiencia para destrabar el conflicto, que no le concedió".

Seguramente, el pedagogo y funcionario porteño, ex director de la Escuela de Ciencias de la Educación de la Universidad Di Tella y ex directivo de la Universidad Nacional de Quilmes, esté paladeando con alguna sonrisa escondida esta pequeña victoria.

Si seguimos algunas interpretaciones psicologistas tal vez algo de eso haya sucedido cuando tras la reunión con los maestros que suscribieron el acuerdo y sellaron la paz, Narodowski aseguró: "No hay vencedores ni vencidos".