Fue una noche llena de sorpresas. No esperaba semejante distinción por parte de APTRA. Recibir el Martín Fierro de Platino, un premio que vota la gente, es uno de los mayores privilegios que puede tener un artista. A la gente le debo todo lo que soy. Por la gente soy Susana. Hace 23 años que hago televisión, y desde el primer día que ingresé a los hogares de los argentinos, fui aceptada y reconocida. Los premios siempre son un estímulo. Te recuerdan que estás por el buen camino. Esta premiación fue inesperada y sorpresiva. Tengo que decir que en un momento de la noche, pensé que no iba a ganar nada. Pasaban las horas, las ternas, y nada de nada.
Hasta que llegó el momento de entregar el Martín Fierro de Platino y Chiquita dijo mi nombre
Lo celebré con mi gente, mis amigos en casa Un brindis improvisado, pero sincero Tomamos un vinito tinto y champán Apenas llegué a casa, lo primero que hice fue quitarme los zapatos ¡No podía más! ¡Más de cinco horas con los tacos aguja! Y ponerme el pijama Mecha hizo lo mismo Y así me quedé, con mis amigos: Teté Coustarot, Celia Sofovich, Pet Figueroa, Dany Mañas, Vincent, un amigo francés, y mi productor ejecutivo Néstor Moyano.