Tabaré exigió al Mercosur poder negociar con otros países

La administración uruguaya quiere su Tratado de Libre Comercio (TLC) con los Estados Unidos cueste lo que cueste. Por eso, como se conoció ayer, el presidente uruguayo Tabaré Vázquez le dio una carta, el viernes pasado, a su par brasileño Luiz Inacio lula da Silva en la que exige flexibilidad al bloque regional para negociar con terceros países.

"Flexibilidades para que Uruguay y Paraguay puedan explorar y avanzar (en negociaciones comerciales) con terceros países", dice la misiva que Váquez entregó a Lula, presidente pro témpore del Mercosur, y que luego remitió a los mandatarios de Argentina, Paraguay y Venezuela.

En la extensa carta, Vázquez señaló que el Mercosur "es y seguirá siendo una prioridad estratégica" para Uruguay, pero alude a las "serias dificultades" del bloque, así como a "las diferencias y conflictos bilaterales entre los socios".

También destaca que entre 2004/2006 hubo "muy pocas realizaciones" y que la falta de avances en la Ronda Doha y en las negociaciones del bloque con terceros "hace necesario debatir los cambios necesarios en el Mercosur para preservar la integridad del proceso".

La carta reseña las "dificultades de acceso al mercado ampliado por el incumplimiento de las metas respecto a la puesta en vigencia de la unión aduanera y las trabas comerciales", lo que "se han agravado las asimetrías" entre los socios y "Uruguay ha pagado los costos económicos y sociales del proceso de integración con la desaparición de sectores productivos".

"Esta situación plantea la necesidad de buscar alternativas y flexibilidades necesarias para compensar las asimetrías que perjudican a Uruguay y en su caso Paraguay".

Alude, además, al "hecho de que existen apartamientos tolerados para todas las partes" y que " las flexibilidades requeridas por Uruguay" serían para "compensar los problemas específicos y las asimetrías que provocan su insatisfacción con el funcionamiento del bloque".

En ese contexto, Vázquez reclama avanzar en la libre circulación de mercaderías y en el establecimiento de la unión aduanera, eliminar el doble cobro de arancel, acabar con los obstáculos técnicos y burocráticos al comercio, así como una mayor coordinación macroeconómica.