El ex jefe de Gabinete Alberto Fernández también fue uno de los que criticaron a Bergoglio. En mayo de 2007, tras un duro diagnóstico del cardenal en Brasil (habló de “una escandalosa inequidad”), Alberto respondió: “Si Bergoglio estudiara un poquitito, podría darse cuenta de que, cuando llegamos al Gobierno, la participación de los asalariados en el ingreso era del 35% y hoy, cuatro años después, es del 42. No sé por qué habla así; es difícil explicar por qué un pastor de la Iglesia habla así”. En diciembre de 2009, tras una misa por Cromañón, y plantear que la Ciudad era “vanidosa, orgullosa y coimera”, Fernández lo instó a que denuncie a los responsables de la corrupción. “Son las cosas que dice Bergoglio cada tanto. Siempre opina en un lenguaje elíptico, no sé de quién habla, si de los porteños o de los políticos”, remarcó.
