En el Senado decidieron que era hora de comprar nuevas tazas de porcelana, tanto de café como de té. Son 1.900 tazas nuevas, con sus respectivos platitos, que costaron casi medio millón de pesos. En Diputados, a su vez, consideraron que era necesario capacitar a los choferes de la flota oficial de autos para que aprendan a evadir situaciones de riesgo. Medio millón de pesos más.
Los gastos de ambas cámaras del Congreso quedaron en la mira luego de que se reflotara la polémica por el canje de pasajes por efectivo que realizaban casi todos los diputados y senadores. Que las licitaciones estén accesibles en internet permite analizar cómo y en qué se gastan los presupuestos.
En el Senado explicaron que la compra de tazas fue pedida por la Dirección de Obras, y que se trata de una “reposición de material para todas las áreas y edificios que administra el Senado” (son siete). “Pensá que en cualquier reunión importante tenés unas 500 personas en un mismo salón”, razonan. Y aclaran que hace años no se compran nuevas.
Al desgaste natural de las tazas se le suma también que más de una se pudo haber perdido. Como mínimo dos, ya que se están vendiendo en Mercado Libre por $ 700. Ambas con la banda azul, el ribete dorado y el monograma S/N (Senado de la Nación), que caracteriza a las tazas que proliferan en la Cámara alta. “Las tazas y los platos están en excelente estado, son de tamaño mediano. Uno de los juegos tiene un plato de un juego anterior pero todo es original. Son fabricados en Argentina”. aclara el anuncio.
La empresa Gallery Cool proveerá 840 tazas de café por $ 193 mil, mientras que la firma Raimundo Jorge Hernández otras 240 tazas de café y 840 de té, por $ 289 mil. En total, $ 482 mil por 1.920 tazas y platos.
En Diputados, mientras tanto, se hizo una contratación directa por “cursos de capacitación en conducción de seguridad/evasiva para choferes” de la Cámara. Según establecía el pliego, el curso debe darles conocimientos teóricos y prácticos “en la conducción enfocada a la seguridad y evasión de situaciones de peligrosidad media y elevada”. E incluye técnicas de frenado en piso seco y mojado, evasión de obstáculos a velocidad y conocimiento de las capacidades de un vehículo tipo sedán de potencia estándar. Cambio de sentido de circulación a alta velocidad, trompos en huidas, frenada de emergencia y evasión y control de derrapes en curvas son alguna de las técnicas que van a aprender los choferes de los representantes del pueblo.
Según explican desde Diputados, el año pasado ya se hizo el primer curso, del que estuvieron obligados a participar unos noventa choferes. Son clases que, aseguran, también toman choferes de otros organismos públicos. Y agregan que el curso ya dio sus frutos: “Se observó una drástica reducción de los índices de siniestralidad en el parque automotor de la Cámara. El número de accidentes se redujo a la mitad en un año”.
La ganadora de la contratación fue la empresa Emava, que dicta sus talleres en el autódromo de Tigre, en la localidad bonaerense de Benavídez. La Cámara de Diputados deberá pagarle $ 456.500 por los cursos (que serán en grupos de hasta diez participantes). En la jornada de capacitación, como un servicio extra, deberán darles desayuno (café y tres medialunas, establece el pliego) y almuerzo (plato principal, postre y bebida, sin alcohol, por supuesto).