POLITICA
Uruguay maneja 5 hiptesis de atentados y avanza con militarizacin

Temen que ex carapintadas ataquen a Botnia

El presidente uruguayo fue alertado por sus servicios de inteligencia. Mencionan un posible sabotaje a la pastera y ataques por tierra, aire y agua. Le apuntan a la SIDE argentina. Más información en Edición Impresa.

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El gobierno uruguayo teme ataques de todo tipo a la planta de Botnia, en Fray Bentos. | Cedoc
El gobierno de Tabaré Vázquez suma preocupaciones en la ribera de Fray Bentos y avanza en su idea de desplegar tropas militares para defender la instalación de la planta de celulosa de la empresa finlandesa Botnia.

Los servicios de inteligencia uruguayos ya se encuentran dentro de la fábrica pastera en construcción, pues en las últimas horas habrían tenido indicios de la posibilidad de una sabotaje en la obra civil que se encuentra en pleno desarrollo.

La hipótesis del sabotaje fue confirmada por el propio subsecretario de Defensa de Uruguay, José Bayardi, que puso bajo sospecha a un grupo de obreros argentinos que se encuentran trabajando en el lugar. Incluso se llegó a mencionar que entre los trabajadores podría haber infiltrados de la SIDE de nuestro país.

Pero no es la única alternativa que inquieta al presidente Vázquez. Los informes de los organismos de inteligencia uruguayos apuntan a prevenir ataques que podrían llegar por aire, tierra o cruzando el mismo río Uruguay. Detrás de estas iniciativas estarían “grupos de ex militares argentinos relacionados con ex carapintadas y ex combatientes de Malvinas”, según lo publicado por el Diario Perfil.

El ofrecimiento militar fue realizado a los asambleístas de Gualeguaychú durante una marcha de protesta frente a la embajada de Finlandia en Buenos Aires. José Pouler, que se asume como uno de los “más radicalizados” opositores a la instalación de las pasteras, confirmó el contacto aunque aclaró que el suyo es un “movimiento pacífico”.

“Se me acercaron dos hombres con pinta de militares. Uno tendría unos 60 años y se identificó como retirado. El otro, de unos 40, era ex combatiente. Me dijeron que la solución del conflicto debía ser drástica y contundente: tendría que caerse la torre y me dijeron que podían conseguir un misil y toda la logística necesaria”, contó el asambleísta Pouler.