—¿Puede la Provincia entrar en default sin grandes consecuencias?
—Siempre tiene consecuencias. Limitar esas consecuencias a quién tiene la culpa, si el pasado, el presente o el futuro, no resuelve el problema. Respeto el rol de Kicillof, el perfil de la estrategia: algunos negocian más duro, otros de manera más blanda, pero lo que importa es el resultado. Esperemos que no llegue al default.
—¿Vidal no dejó condiciones estructurales de deuda muy complejas?
—La deuda consolidada total de la Provincia al 30 de noviembre alcanzó 11.160 millones de dólares. En 2015 la deuda era 11.204 millones de dólares. La gestión de Vidal no dejó más deuda de la que recibió, es un dato objetivo, no es cuestionable. Después cada uno cuenta lo que quiere y arma su relato.
—¿Es un relato entonces el incremento de deuda?
—Es una estrategia. Yo nunca hablé mal del Japonés (el ex intendente García). Son estilos. No sé si mejor o peor, a mí no me representa. El gobierno de la Provincia no se dio cuenta de que somos aliados, somos una oposición muy responsable. Espero que Kicillof entienda las buenas ideas que tenemos los intendentes. Quizá por las tensiones iniciales nos han puesto a Juntos por el Cambio como el gran enemigo. Incluso a mí.
—¿Cree que Kicillof es intransigente en la negociación política?
—Es una diferencia de estilos. Para fin de diciembre tuvo leyes que María Eugenia no tuvo, que tuvo que esperar hasta fines de enero. Ha tenido toda las herramientas que pidió y le aprobamos una ley impositiva sin Presupuesto, algo que no tiene antecedentes. Tenemos que encontrar mecanismos para un mejor diálogo, aunque tengamos diferencias. Estuve leyendo los libros de Axel para entenderlo mejor. Economía sin corbata y Y ahora ¿qué?, que son entrevistas a él. Coincido con muchas cosas: yo también quiero un Estado presente, que genere equilibrio. En muchas de sus visiones keynesianas estoy de acuerdo. El tema es cuánto cuesta ese Estado y si no destruye el sector privado.
—¿Teme más fugas de Juntos por el Cambio?
—Puede pasar al revés: gente que sienta que el Gobierno no representa lo que dijo. Como queremos volver a ser gobierno, tenemos que estar dispuestos a traer gente nueva. Tenemos que hacer un mea culpa de lo que nos pasó.
—¿Debería terminarse la “dedocracia” en el PRO?
—No debe haber prohibición de competir. La solución no es interna en todos lados, porque donde haya acuerdos para ganar, son bienvenidos.
—¿Se reunió con Alberto?
—No se dio por un tema de agenda. Me gustaría visitarlo en Olivos, incluso porque, como intendente, quiero ver qué necesita.
—¿Cuál será el rol de Macri?
—Sería un gravísimo error no aprovechar la experiencia del primer presidente no peronista en terminar su mandato que sacó el 41%. Tenemos que encontrar la forma de que Mauricio y María Eugenia aporten su experiencia.