POLITICA

Timerman le contestó por Twitter a Leuco

La volcánica pulseada que mantienen sigue en aumento. El canciller ratificó su acusación y dijo que acepta debatir "donde sea" sobre sus patrimonios y el rol de ambos durante la dictadura.

default
default | Cedoc

El canciller Héctor Timerman recogió esta noche el guante de la dura respuesta de Alfredo Leuco a sus acusaciones (había dicho que le pidió publicidad oficial a cambio de apoyo público a Néstor Kirchner) y, también por twitter, desafió al periodista a "debatir donde quiera" sobre sus patrimonios y lo que ambos hicieron durante la dictadura. Destacó, a tono con la querella que prometió Leuco, que "no quiso ofenderlo".

Reproducimos textualmente, a continuación, la respuesta del Canciller en la red social:

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

REPUESTA A ALFREDO LEUCO

Hoy ha sido un gran día para la Argentina y el Uruguay ya que hemos concluido las negociaciones que ponen punto final al conflicto de Botnia. Imaginá mi alegría o mejor, imaginá, qué bueno hubiese sido si además hubiésemos tenido un Canciller que se ocupe del tema.

Hace años que dije públicamente que jamás le haría un juicio a nadie por publicar algo sobre mí persona. Así que no te voy a hacer juicio por las ofensas y falsedades que según leí dijiste en tu programa. Debo confesarte que hayas llamado "masturbación" a mi manera de expresarme no es una forma digna de describir mis actividades. Yo jamás diría que vos defecás cuando abrís la boca. Mantengamos el nivel Alfredo. No te excites que no estás haciendo Watergate.

Tampoco quise ofenderte, simplemente mostrar que los periodistas que se pasan el día hablando de la falta de virtud republicana de los funcionarios no orinan agua bendita. La cena existió, viniste con tu gerente comercial, un tal Daniel Milicih, y fue la única vez que compartimos un encuentro. Nadie viene a hablar de periodismo con su vendedor publicitario. ¿No te parece?

Con respecto a mi patrimonio te cuento que desde hace 6 años es público y está en la Oficina Anticorrupción. Cualquiera puede pedirlo. El tuyo no. Deberías hacerlo público. Compartí los datos de tu fortuna con tus oyentes. Se van a sorprender cuánto rinde cada auspicio que cobrás.

Con respecto a la dictadura no tengo problemas en debatir. Decíme en qué programa querés y yo voy. Tal vez pueda adelantar algosobre mi paso por la dictadura, como la carta que recibí en marzo de 1977 donde Jimmy Carter me felicitaba por mi defensa de los derechos humanos en Argentina. Yo tenía 23 años. En 1978 me tuve que exiliar. En 1979 fui con Emilio Mignone a declarar ante la OEA las violaciones cometidas por los dictadores y con Hebe Bonafini denunciamos la existencia de los campos de exterminio de ESMA y La Perla ante los medios de Estados Unidos. También soy fundador, durante la dictadura, del America´s Watch Committee e integré el Comité de Solidaridad Judío con la Revolución Sandinista. En esos años formé parte del Fund for Free Expression que se dedicaba a salvar periodistas de las dictadura. Durante años fui director de la APDH y actualmente soy Presidente de la Coalición Internacional de Museos de la Memoria.

Claro Leuco que quiero debatir con quien en ese entonces era un empleado de Clarin, que ya se había apropiado de la empresa Papel Prensa mientras sus dueños eran torturados por Camps.

Dale Leuco, debatamos la dictadura. Debatamos el diario La Tarde, veamos si lo dirigí yo o Luis Clur. Preguntále a Mempo Giardinelli que trabajaba ahí cuántas veces me vió en la redacción. Dale Leuco debatamos todo. También tu resentimiento. Y haceme juicio. Haceme todos los juicios que quieras y seguí hablando de los funcionarios como si vos fueras el hada pura de los cuentos. Decí lo que quieras que yo nunca voy a hacerte un juicio. Es tu derecho por vivir en una democracia que vos no hiciste nada para conquistar pero que te la merecés igual por vivir aquí.

Y por último, ya que tanto lo admirás a mi padre te cuento que cuando empezó su carrera le pidieron que se cambie el nombre porque Jacobo era demasiado judío. Se negó. Vos no, ¿Te da verguenza ser judío?