El nombramiento del secretario de Comercio y Relaciones Económicas Internacionales, Luis María Kreckler, como nuevo embajador ante Brasil -principal socio comercial de la Argentina-, abre las puertas al canciller Héctor Timerman para un segundo período al frente del ministerio de Relaciones Exteriores.
La decisión, por parte de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, se trata de una designación clave en la diplomacia nacional, tanto porque el funcionario era uno de los candidatos a conducir la Cancillería a partir del 10 de diciembre, como porque Cristina decidió enviar un funcionario de perfil más comercial que el saliente embajador, de estilo más "político".
Kreckler deberá conducir una relación que este año tuvo varios incidentes entre las administraciones de CFK y Dilma Rousseff por el intercambio comercial, al punto que Brasilia llegó a frenar el ingreso de autos argentinos en respuesta a la aplicación por parte de Buenos Aires de barreras comerciales para sus productos.
De esta manera, el puesto de canciller perdió un candidato lo cual permite crecer las aspiraciones de Timerman por aferrarse al Palacio San Martín. Algo similar ocurrió con otros nombres que se barajaron para un posible futuro reemplazo: Victorio Taccetti, ex vicecanciller y actual embajador en Alemania, y Alfredo Chiaradia, embajador en EEUU. Sin embargo, aún se mencionan algunos posibles sucesores, entre ellos, el embajador ante España, Carlos Bettini y Jorge Argüello, actual embajador ante las Naciones Unidas.
Según se informó oficialmente, Kreckler, de 57 años, casado y con tres hijos, es un funcionario de confianza de la Jefa de Estado, y reemplazará así a Juan Pablo Lohlé (63 años) quien ocupó ese cargo desde la asunción del ex presidente Néstor Kirchner en el 2003, a quien asesoró en cuestiones diplomáticas. Kreckler, quien es señalado como cercano a Julio De Vido, es sociólogo e hizo la secundaria y estudio parte de la universidad en Brasil, recibió diversas condecoraciones del rey Juan Carlos I de España, de Francia, Alemania, de Chile, Perú, Panamá.
Argentina tiene en Brasil a su principal socio comercial, tanto por el destino de sus exportaciones que alcanzaron en 2010 los 14.426 millones de dólares, como por el origen de las importaciones, que escalaron a 18.523 millones de dólares, lo que deja un "rojo" comercial del orden de 4.097 millones, según datos difundidos por la propia gestión de Rousseff.