El encuentro era algo formal pero él desestimó cualquier protocolo, es decir, jeans, zapatillas y camisa. Agustina sí se produjo porque ella era la homenajeada y estaba feliz de la reunión familiar que Amado Boudou le organizó por su cumpleaños. Cabello impecable y ajustado pantalón de cuero negro. El ministro y su novia llegaron juntos y puntuales; minutos después algunos amigos y parientes y los padres de la periodista. Los de “Aimé” no estuvieron.
El restaurante –Santino, en Las Cañitas– estaba lleno pero igual se manejaron ajenos a las miradas de las mesas vecinas.
Festejo previo. Para bajar la euforia de un día intenso de trabajo, nada mejor que un poco de sushi, unos gin tonics, algo de rock y la buena compañía de su chica. El jueves pasado, Boudou se deshizo por un momento de la investidura acartonada de funcionario para participar del cumpleaños “informal” de su novia en Belushi, un bar que frecuentan muchos rockeros.
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