El Frente de Todos sumará este lunes la tercera conmemoración del Día de la Lealtad sin mostrar unidad. El último acto del 17 de octubre en el que Alberto Fernández y Cristina Kirchner estuvieron juntos fue en 2019, cuando ya habían pasado las PASO y, como cierre de campaña, se encaminaban a ganar las presidenciales. Los años en la gestión pasaron y las diferencias se acrecentaron, por lo que ya nadie reclama una foto conjunta.
“Habiendo tres o más actos el Presidente debe estar por arriba, convocando a todos y enfocado en la gestión. No está motorizando ninguno en particular y va a llamar a que el peronismo participe en todos”, es la frase con la que en el entorno de Alberto Fernández explican su ausencia en la celebración del Día de la Lealtad. Se mostrará gestionando en el Conurbano Bonaerense junto al ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis. Lo cierto es que el jefe de Estado y presidente del PJ no pudo aglutinar a un peronismo cada vez más desunido. Tampoco, como sí sucedió durante su gestión, la CGT le armó un acto a medida que lo muestre como orador en medio de las internas oficiales.
Tres actos por la lealtad peronista para medir fuerzas y dejar en evidencia la ruptura oficial
En 2020, plena pandemia, Fernández fue el protagonista del acto peronista en la sede de la calle Azopardo de la Confederación General del Trabajo. Aún no había asumido la presidencia del Partido Justicialista nacional pero ya el movimiento sindical usaba el encuentro para darle su apoyo al jefe de Estado en medio de un clima en el que la oposición decía haber ganado la calle con movilizaciones en contra de la cuarentena.
Un año después, la derrota en las elecciones legislativas había provocado la mayor crisis del gobierno de Alberto Fernández que se vio presionado a cambiar parte del gabinete tras las amenazas de renuncias públicas que encabezó el ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro. Para ese 17 de octubre, se llamó a movilizar a Plaza de Mayo, pero el jefe de Estado ya no participó. La excusa fue que ese mismo día se celebraba el Día de la Madre. Tampoco lo hicieron Cristina Kirchner y Máximo Kirchner, quienes habían viajado al sur. El representante más fuerte del espacio en la celebración fue el gobernador bonaerense, Axel Kicillof.
La ausencia de la titular del Senado en actos peronistas no es una novedad. El último congreso partidario del que participó fue en 2004 cuando discutió con Hilda “Chiche” Duhalde por la “portación de apellido”. En 2007, el sello con el que llegó a la presidencia fue el Frente para la Victoria, lo que le costó a los Kirchner la expulsión del partido que en aquel momento quedó a cargo de los hermanos Rodríguez Saá.
Cristina Kirchner tampoco quiso cumplir con el mandato de comandar el partido durante su presidencia, cargo que asumió Néstor hasta la derrota de 2009 en la provincia de Buenos Aires. Su máximo contacto con la vida partidaria fue volver a la sede del PJ de la calle Matheu en 2019 pocos días antes de anunciar la candidatura presidencial de Alberto Fernández. En aquel momento, todos leyeron su visita como el anuncio de una posible postulación de la vice y nunca creyeron que terminaría siendo segunda en la fórmula. Después llegó el acto de La Pampa, al que CFK asistió por tratarse del cierre de campaña. Esa provincia es tomada por el oficialismo como el primer territorio donde en aquel año se cristalizó el triunfo de un peronismo unido, algo que después se replicaría en las elecciones nacionales.
Todos los actos que habrá para este 17 de octubre
Quien cobrará protagonismo este 17 de octubre será Máximo Kirchner, ya que se espera que sea el principal orador de la dirigencia política que este lunes saldrá a la calle. Habrá cuatro oradores que responden a organizaciones gremiales y un quinto será para el PJ bonaerense, que se sumó a la convocatoria que hizo el Frente Sindical para el Modelo Nacional –que encabeza el camionero Pablo Moyano, junto al titular del Smata, Ricardo Pignanelli–; la Corriente Federal de los Trabajadores que lidera Omar Sergio Palazzo junto a Walter Correa, ministro de Trabajo bonaerense; y las conducciones de las dos CTA, la que responde a Hugo Yasky y la CTA-A, que dirige Hugo “Cachorro” Godoy.
“Nuestro gobierno”, decía parte del documento que se leerá el lunes en la Plaza de Mayo. Cuando llegó a manos de uno de estos sindicalistas, el texto cambió por “el gobierno”. También tuvo la revisión de Kicillof, a quien le llegó por Correa, y de Máximo. En la misiva, a la que accedió PERFIL y se está terminando de pulir, se recuerda el intento de asesinato a la vicepresidenta y se asegura que este ataque “ha demostrado que la violencia en todas sus expresiones no tiene destino, muy por el contrario, nos ofrece la oportunidad clara de consolidar el camino de la unidad nacional”.
"Restaurar el rol del Estado en el control de la economía"
Se pedirá también “restaurar el rol del Estado en el control y planificación de la economía, articulando con las organizaciones libres del pueblo las políticas necesarias para imponer la soberanía alimentaria y garantizar que ninguna familia argentina tenga que soportar una injusta e intolerable situación de pobreza, implementando de manera urgente un aumento de suma fija y asegurando un ingreso familiar de emergencia para paliar en parte el deterioro que provoca el incesante incremento de precios de los productos de la canasta básica”.
Este sector que se reunirá frente a la Casa de Gobierno también dejará escrito que “un aspecto central para combatir la inflación que deteriora el poder adquisitivo de toda la población es terminar con las prácticas monopólicas y oligopólicas de los grupos concentrados de la economía que vienen ejecutando una remarcación irracional, implementando un estricto control de precios de los insumos difundidos”. Sobre el ánimo con la gestión, desde el sindicalismo explicaron a este medio que “lo bancamos, marchamos, votamos y en 2023 tenemos que ganar, pero así no”.
Sergio Massa estará mirando la movilización por las ventanas de su despacho del quinto piso del Ministerio de Economía. El titular de la cartera más caliente dejó de participar de los actos del peronismo desde que fundó el Frente Renovador, sello que hoy mantiene activo, más allá de ser uno de los tres socios principales del FdT. En la actualidad, es el puente entre el kirchnerismo y el Presidente, que ya no disimulan su distanciamiento.