Manuel Garrido (46 años) fue y podría ser de nuevo una amenaza para el kirchnerismo: en 2008 investigó el patrimonio K, denunció a Pepe Albistur y avanzó sobre las mediciones del Indec y la bolsa de Felisa Miceli. En abril de 2009 renunció a Fiscalía de Investigaciones Administrativas (FIA) por presiones, pero desde diciembre ocupará una banca en la Cámara de Diputados.
"El Gobierno no estará feliz que yo vaya al Congreso", asegura a Perfil.com el primer candidato a diputado nacional en la Capital por la lista de Ricardo Alfonsín. Es que en su legajos ya tiene preparados cuatro proyectos de ley para resucitar los organismos de control sobre el poder, los que, según dice, "el kirchnerismo neutralizó" en el último lustro.
Dos años y medio después de su salida como titular de la FIA, Garrido insiste en que "me recortaron (sic) por investigar el enriquecimiento de los Kirchner".
El domingo, el también ex titular de la Oficina Anticorrupción (OA) "debutó" como hombre de la política con un resultado que en octubre no le alcanzaría para ingresar al Congreso: consiguió el 5,19% de los votos en la Capital y el piso es del 7%.
Hasta ahora, el candidato de Alfonsín sólo poseía experiencia en el ámbito judicial y en organismos de control. Por eso dice que "la información más sensible que dispongo para el Gobierno es el funcionamiento de esos organismos".
Garrido adelantó a Perfil.com algunas iniciativas que, seguramente, incomodarán al Poder Ejecutivo. Una es modificar la composición de la cúpula de la Auditoría General de la Nación (AGN) . "El Colegio de Auditores está ahora en manos del kirchnerismo", denunció el candidato de Udeso.
Sobre la OA, prevé plantear una reforma para darle más "independencia" con "mecanismos más objetivos" para que la autoridades las designe el Congreso o, directamente "que el Oficina Anticorrupción quede en la órbita del Poder Legislativo".
La prórroga a la presentación de la declaración jurada de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner para después de la Primarias es un claro ejemplo de la preocupación de Garrido. "Está claro que carece de independencia del Gobierno", sostiene.
El ex fiscal anticorrupción también tiene estudiados retoques para la Sindicatura General del Estado (Sigen) -"no publica más los informes en la web"- y apuesta con otro proyecto a que "por fin" rija la Ley de Etica Pública para los funcionarios. Según recordó, "no se aplica desde que se creó, en 1998".
En su nueva agenda parlamentaria, Garrido hará entonces hincapié a "la transparencia". Tiene probada experiencia al respecto: en la OA casi pone en jaque judical al ex titular del PAMI Víctor Alderete y luego logró que se procesara al interventor frepasista del PAMI, Angel Tonietto.
(*) De la redacción de Perfil.com.