La investigación penal por el presunto robo de documentos judiciales en tres contenedores vuelve a instalar el debate sobre las condiciones de trabajo de la Justicia. PERFIL estuvo ayer en el depósito donde los jueces que investigan al poder político guardan las pruebas de sus expedientes. Las imágenes hablan por sí solas.
El caso se suma a varias polémicas en torno al estado edilicio de los tribunales, el colapso de los despachos donde ya no entran los empleados y sus escritorios, y la falta de presupuesto para funciones operativas: desde tóner hasta impresoras.
Los contenedores con información judicial, utilizados por varios jueces de los tribunales de Retiro, están en un lugar accesible para el público, en el predio del Depósito Judicial ubicado en la avenida Comodoro Py y Quartino, en el puerto de Buenos Aires (ver el caso aparte).
Hubo otros problemas, además de la falla en la seguridad del lugar. También hubo falta de reacción. A pesar de la gravedad del hecho ocurrido el 31 de diciembre pasado, cuando extraños violentaron tres contenedores que albergan documentación y pruebas de causas clave como Sueños Compartidos, Hotesur y el Fifagate, el incidente no fue reportado a la Justicia hasta el 2 de enero. La seguridad del predio donde se encuentran los contenedores es responsabilidad de la Prefectura, ya que el área se encuentra en el puerto.
Un caso que expone la precariedad de la Justicia
