La financiera Invernes, clave en la ruta del dinero K, será sometida a un peritaje contable. Sus sospechados manejos financieros, sus claros nexos con Lázaro Báez y el presunto lavado de dinero de la obra pública de Santa Cruz podrían salir a la luz. Los números de la firma conocida informalmente en el mundo financiero como “Inversiones Néstor” ya están en manos de los peritos contadores de la Corte Suprema.
El estudio financiero fue ordenado por el juez federal Sebastián Casanello, en el marco de la causa contra Lázaro Báez por presunto lavado. El abogado de la firma había solicitado que Invernes no fuera incluida en el peritaje de las empresas de Báez –entre otras–. De la misma manera, los Báez plantearon la nulidad de este peritaje, pero en los últimos días el magistrado decidió no hacer lugar a ninguno de estos dos pedidos. En ese mismo sentido se había manifestado el fiscal de la causa, Guillermo Marijuan.
En el segundo pedido de indagatoria que el fiscal Marijuan dio a conocer hace dos semanas, quedó claro que Invernes y Báez están estrechamente ligados. La financiera y las empresas de Báez funcionan en el mismo edificio de Carabelas 241, en Capital Federal. El directorio de Invernes está integrado por un miembro de Austral Construcciones, Diego Blondeau. Una de las constructoras de Lázaro, Gotti Hermanos SA, es prácticamente manejada por Invernes. Báez la contrató para que “gestionara” los certificados de obra y le consiguiera contratos de obra pública en Santa Cruz.
Además, entre 2007 y 2009 Invernes administró $ 476 millones de la obra pública patagónica, gracias a ese contrato con Gotti. ¿Qué hacía la financiera con ese dinero? Libraba cheques a supuestos proveedores, como Cerámica Benavídez SA, La Naina SRL, Trik SRL y Zabu SRL.
Hasta ahora la Justicia sólo conoce a estas cuatro beneficiadas de los cheques de Invernes porque la Unidad de Información Financiera (UIF) informó sólo eso. Las tres primeras se encuentran inactivas, tienen mal declarado el domicilio y otras irregularidades. Zabu SRL directamente es apócrifa, de acuerdo a los registros de la AFIP. Una empresa fantasma, la típica maniobra instrumentada para pagar sobornos a funcionarios públicos, como en el caso Skanska. En la pericia contable el resto de los beneficiarios de estos cheques debería salir a la luz. Podría ser lo más cercano a la ruta del dinero K que la Justicia podría obtener. El fiscal Marijuan ya pidió a los organismos de control que entreguen la lista completa de las empresas que recibieron esos cheques.
Invernes habría sido fundada por Ernesto Clarens, un ex empleado del Banco Macro estrechamente ligado a Néstor Kirchner. Es el titular de Patagonia Finantial Services SA. En 2003, cuando Kirchner llegó a la Presidencia, Invernes comenzó a manejar las finanzas de las constructoras K.