POLITICA
Se ley un petitorio de tres puntos

Una multitud marchó a la Plaza

Organizaciones de Derechos Humanos, partidos políticos y entidades sociales se movilizaron para unir el trayecto que separa el Congreso de la sede de Gobierno, para pedir la aparición con vida del albañil cuya declaración fue clave en el juicio al genocida Miguel Etchecolatz. Ver Galería de Fotos Galería de fotos

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Miles de personas marcharon a la Casa Rosada. | Diario Perfil
La Plaza de Mayo escuchó anoche de boca de una multitud el grito de aparición con vida del albañil Jorge Julio López, sobreviviente de la última dictadura militar y testigo clave del juicio que terminó con la condena al represor Miguel Etchecolatz.

Al cumplirse diez días de la última vez que se vio a López, organismos de derechos humanos y agrupaciones denunciaron su "secuestro" por parte del "aparato represivo" que consideran aún vigente en el Estado.

Los manifestantes de la plaza exigieron que se expulse del Estado a los represores que eventualmente sigan cumpliendo funciones en las fuerzas de seguridad y en la SIDE.

"Estos hechos permitidos y apañados desde el poder del Estado facilitan los resabios de la dictadura y toman fuerza para iniciar acciones como la que hoy vivimos con el secuestro de Jorge Julio López", denunció allí Nilda Eloy, que con López fue querellante y testigo clave en el juicio a Etchecolatz.

"Venimos a exigir la inmediata aparición con vida de Julio López y la condena a todos los genocidas", gritaron frente a la Casa de Gobierno los manifestantes de la masiva marcha.

Allí no hubo familiares de López, porque se inclinan a pensar que pudo haber sufrido un "shock emocional" por la expectativa abierta por el final del juicio.

El mensaje de la marcha -consensuado por los participantes- fue leído por Eloy, la sobreviviente de los centros clandestinos de detención que, con López, se presentaron como querellantes en el juicio al ex Director de Investigaciones de la Bonaerense.

Allí se ventilaron el secuestro y las torturas que ambos sufrieron, y los homicidios de otras seis personas.

Tanto la marcha -a la que asistieron unas 10.000 personas- como la desconcentración se realizaron sin incidentes. Sólo a unas pocas cuadras de la Plaza, un muchacho fue detenido por un patrullero policial, en un confuso hecho, pero la presión de un grupo de gente para que lo liberen pudo más y el hombre se fue su casa. Para muchos, parecía una tarde en la que se podía todo.

Eloy denunció que "el aparato represivo sigue impune" y dijo que prueba de ello fue haber escuchado en una reunión -según relató- del ministro de Seguridad bonaerense, León Arslanián, que policías que actuaron en dictadura seguían en la fuerza e iban a ser pasados a disponibilidad.

"Esa aberración genera más impunidad. ¿Hacía falta la desaparición de Jorge y nuestro reclamo para que los echaran? ¿Cuántos más siguen en el Ejército, la Armada, la Aeronáutica, la Gendarmería, la Prefectura, el Servicio Penitenciario y en la SIDE? ¿Cuantos más?", repitió.

Los manifestantes interrumpieron el discurso para entonar el ya clásico cántico "como a los nazis les va a pasar/adonde vayan los iremos a buscar". Y la propia Eloy completó: "De eso a los represores no les debe quedar la más mínima duda".

Eloy reclamó "la inmediata baja de todos los que cumplieron funciones" en la dictadura y exigió "justicia y castigo para todos los genocidas, cómplices y beneficiarios civiles".

"Hoy como ayer, con el mismo dolor, la misma bronca y la misma fuerza, gritamos: ahora, resulta indispensable, aparición con vida y castigo a los culpables", dijo entre lágrimas.

Documento. La movilización finalizó poco antes de las 20 con la lectura de un acta realizada en común acuerdo entre las organizaciones convocantes y que exige:

1) Aparición con vida de Jorge Julio López –testigo desaparecido del juicio contra el represor Miguel Etchecolatz-.

2) Denunciar la continuidad del aparato represivo.

3) Juicio y castigo a todos los culpables de la última dictadura militar.