Explicación oficial. El municipio defiende el uso de tarjetas electrónicas para repartir asistencia."Decidimos pasarnos a la tarjeta porque aun siendo escaso el monto -se darán 40 pesos por mes a cada familia- consideramos que lo tiene directamente la familia en la mano", argumentó Karina Nazabal, secretaria municipal de Políticas Sociales y Derechos Humanos, al ser consultada por Perfil.com.
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"Es un complemento. Si no estaría la tarjeta sería una garrafa menos, 20 litros de leche menos. Acá no se discute el monto. Esto es la política alimentaría", completó.
La funcionaria agregó que desde el municipio no se puede solucionar el problema de la falta de comida. "Es imposible concretar, por un tema presupuestario y porque no es una competencia del Estado municipal dar recursos para que la dieta alimentaria sea la dieta ajustada que cada pibe necesita", aseveró.
"No esta en manos de los municipios resolver el tema del hambre. Es un tema que se resuelve entre todos y sobre todo aportando mucho a otras políticas, que en eso si estamos trabajando, y que tienen que ver con la educación, con la capacitación y con el empleo", añadió la funcionaria.
Para Lisandro Martínez, del Polo Obrero, el panorama es diferente. "Durante siete años la gente se estuvo mal alimentando. Hay casos ocultos porque nadie ha hecho un censo sanitario entre la gente desocupada. Estamos en una situación que ahora se ha agravado porque las pocas cosas que nos daban las han retirado porque quieren reemplazar la asistencia directa a con un plástico de 110 pesos", expresó, en referencia a la tarjeta alimentaria del Plan Más Vida, iniciativa de la provincia de Buenos Aires.
