El gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, suma problemas. En Tartagal, el alud dejó una devastación que, pese a las declamaciones oficiales, esta lejos de ser atendida, y ahora el dengue avanza por su provincia, afectando a miles de personas y ya con dos muertos. Pero en medio de esos desastres sanitarios, el mandatario dispuso que se utilice el avión que la provincia destina a vuelos sanitarios para trasladar a Buenos Aires a la comitiva local que asistiría al sepelio de Raúl Alfonsín.
El tema, citado por la Sección Espía del Diario Perfil, se conoció en la provincia norteña cando la diputada provincial radical Valeria Orozco agradeció publicamente a Urtubey por el "gesto" que tuvo. Lo que no imaginó Orozco era el dolor de cabeza que iba a ocasionar a Urtubey con sus palabras.
Según informó el Nuevo Diario de Salta, además de Orozco viajaron a Buenos Aires en el avión que la provincia dedica a vuelos sanitarios el diputado Gualberto Cabezas, los senadores José Luis Valle y Silvina Vargas, los intendentes de Joaquín V. González, Gerardo Orellana, y de La Candelaria, Julio Romano, el ministro de Turismo, Federico Posadas, y el secretario de la Función Pública, Matías Posadas.
Ante el cariz que tomaba el asunto, Orozco reconoció que la aeronave tiene entre sus fines los "vuelos sanitarios", pero reflejó la naturaleza del pensamiento político argentino cuando dijo, sin anestesia, "más allá de todo, el que se le da queda a criterio del Gobernador". Esa es una radiografía perfecta de cuestiones que, aunque no violen normas legales, tienen un costado que puede sensibilizar a la opinión pública, ubicándola cada vez más lejos de sus dirigentes.
"Puede llegar a tener usted razón", le dijo finalmente Orozco al periodista, ante lo insólito de que un avión de uso habitualmente sanitario en medio de una epidemia de dengue con víctimas fatales, "pero debería responderle el Gobernador".