El empresario venezolano Carlos Kauffmann, uno de los detenidos por el escándalo de la valija, relató ayer ante el tribunal en Miami que en todo momento estuvo claro que los 800 mil dólares eran de la petrolera estatal Pdvsa, que quién transportó la valija aquella mañana del 4 de agosto de 2007 fue el referente comercial de la Casa Rosada para Venezuela, Claudio Uberti y que el destino de los billetes era la campaña electoral de Cristina Fernández de Kirchner.
Mientras tanto, Néstor Kirchner desestimó la posibilidad de que el Gobierno formule un extenso interrogatorio al maletero en los tribunales norteamericanos. Según La Nación, la estrategia del ex presidente buscó minimizar el tema, además de la conocida desconfianza que Kirchner suele expresar para con la Justicia del país del norte.
Kauffmann, uno de los cinco acusados por la justicia estadounidense por actuar como agente encubierto de Venezuela, argumentó que accedió al requerimiento del gobierno de Chávez porque "iba a ser beneficioso" para sus negocios.
"Asumo mi responsabilidad. Mi gobierno me pidió que hiciera algo y lo hice porque así conseguiría más poder, más dinero, nuevos contratos del Gobierno", subrayó tajante Kauffmann, según consigna el diario venezolano El Universal.
Durante su declaración, Kauffmann fue muy claro en relación al lazo existente entre los gobiernos de ambos países y el arreglo al que habían llegado para ingresar el dinero en Argentina, operación frustrada por el hallazgo del maletín. Así, contó que el general Henry Rangel Silva –el jefe de la dirección de inteligencia venezolana-, “dijo que no entendía por qué el dinero estaba en ese vuelo privado y no usaron una valija diplomática".
Además del desconcierto, Kauffmann hizo hincapié, según La Nación, en los diálogos con Rancel Silva en donde siempre quedó en claro que tanto el gobierno argentino como el venezolano habían acordado encontrar una solución al asunto. "Ambos gobiernos ya habían acordado solucionar esto y que sería el Poder Judicial el que lo arreglaría como fuera", contó Kauffmann durante el interrogatorio del fiscal Thomas Mulvihill.
A contramano de la versión que conviene a las autoridades argentinas, Kauffmann dijo en varias oportunidades que la plata no era de Antonini. Además, contó que su misión era decirle a su colega "Alejandro, por favor, no digas que el dinero era del gobierno (venezolano). Sólo mantén lo que has dicho hasta ahora".
Para presionar a Antonini, Kauffmann reconoció que le mintió diciéndole que el gobierno venezolano lo había amenazado de muerte y con arruinarle todos sus negocios. De esta forma, "quería hacerlo sentir culpable a Alejandro para que firmara el poder del abogado", señaló.