El cuerpo calcinado de un hombre de 30 años fue encontrado a la vera de un camino rural en la localidad santafesina de Venado Tuerto, un día después de que se denunciara su desaparición. La víctima era buscada por su hermana, que indicó haber recibido un llamado extorsivo, y por el hecho ya hay tres personas detenidas.
El macabro hallazgo tuvo lugar este miércoles en la intersección de las calles Esteban Maradona y Chaco, y se trata de un joven de nacionalidad colombiana identificado como Giovani. Según precisaron los investigadores, fue secuestrado este martes y los delincuentes le pidieron un millón de pesos como rescate a su hermana, que se desempeña como prestamista.
Acorde a la reconstrucción realizada por la policía, el hombre circulaba en moto y fue "levantado" por los secuestradores, que lo llevaron hasta un lugar desde donde realizaron la llamada telefónica para pedir el dinero. La mujer pensó que se trataba de una estafa telefónica y desestimó la comunicación, pero luego pasaron las horas y tomó la decisión de realizar la denuncia por la desaparición de su hermano.
Por el momento, se desconoce el motivo por el cual los sujetos asesinaron a Giovani que, tras los exámenes preliminares, se supo que murió al ser asfixiado. Luego, llevaron su cadáver hasta las calles mencionadas, que están cubiertas de vegetación, lo depositaron sobre dos cubiertas y lo prendieron fuego.
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El descubrimiento del cuerpo ocurrió después de que efectivos del Comando Radioeléctrico detuvieran a un motociclista y su acompañante que se comportaban de manera evasiva. Después de interceptarlos y pedirles la documentación del vehículo en el operativo de rutina encontraron que era robada y pertenecía a un "masculino con pedido de paradero".
El fiscal Iván Rasposo, del Ministerio Público de la Acusación (MPA), ordenó allanar dos viviendas. En una de ellas secuestraron una escopeta y en la otra un revólver calibre 32. Posteriormente otros dos hombres fueron aprehendidos y uno de ellos confesó haber asfixiado a la víctima. En el caso del segundo, se trata del padre de uno de los secuestradores a quien le encontraron un arma en la casa.
Las fuentes de la investigación siguen la teoría que apunta a la conexión entre Giovani y los delincuentes a otro hombre de nacionalidad colombiana. Este "nexo" trabajaba con la hermana de la víctima y se encargaba de cobrar los préstamos brindados, puesto que pasó a ocupar el joven asesinado después de que éste regresara a su país de origen.
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