María Eugenia Vidal está convencida en que son momentos muy difíciles para el país pero también para su equipo. Por ello, mientras encara un trabajo silencioso para no caer en el desánimo generalizado en el que se zambulleron sus asesores y candidatos, comenzó a generar una masa crítica de lo que será su “núcleo duro” de vidalistas que la seguirán después de octubre.
Ocupada también de sostener al ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, a quien vio estos días “muy solo” y hasta le pidió a parte de su equipo que colabore con él, Vidal avanza en una campaña sin el presidente Mauricio Macri y menos aún Marcos Peña.
Kicillof obtuvo 1.636.674 más de votos que Vidal en las PASO de la provincia de Buenos Aires
En la semana estuvo con Jaime Durán Barba en La Plata. El ecuatoriano viajó desde su departamento de Recoleta especialmente para verla una hora a solas. El asesor venía de recibir una feroz crítica de parte del jefe de Gabinete bonaerense, Federico Salvai, quien en el búnker de Costa Salguero se encerró durante 40 minutos con el ecuatoriano cuando los resultados habían comenzado a llegar la noche fatídica para la gobernadora. “Nos dijo que podíamos ganar, que había chances si no desdoblábamos y que, en todo caso, podíamos perder por poco para darlo vuelta en octubre”, despotricaron contra él en las oficinas en Retiro.
El viernes la gobernadora retomó sus recorridas. Estuvo en San Pedro, donde recorrió una escuela y, con el mismo formato que la llevó a la Gobernación en 2015, recorrió comercios mientras saludaba vecinos en la calle. Todo sin cámaras, apenas un teléfono celular que la registró. "Tiene que volver a las fuentes", aseguran cerca de ella.
Con todo, Vidal hace cálculos. Pretende bajar la diferencia furiosa que le sacó Axel Kicillof de 18 puntos con una campaña autónoma y haciendo especial énfasis en un grupo de municipios donde cree que pueden dar vuelta el magro resultado o la exigua victoria en las PASO.
Entre ellos, en la tercera sección electoral aparece el intendente de Lanús, Néstor Grindetti, quien quedó abajo en las PASO con el lote de candidatos kirchneristas que dejó al piquetero Edgardo Depetri como candidato. Ayer Grindetti tuvo su 31A: unas seis mil personas se concentraron frente al municipio para darle su apoyo a la reelección al grito “Grindetti no se va”.
El caso de Depetri es curioso y conlleva una alianza estratégica con Darío Díaz Pérez, el ex alcalde local. Su primer candidato a concejal, Nicolás Russo, quien asumirá como diputado, dejará a su segunda, Karina Nazzabal, la mujer de Díaz Pérez, como sucesora del piquetero si emigra al Gobierno nacional en caso de ganar.
Vidal reaparece con paliativos para la clase media y las Pymes
Otro caso en la tercera sección es el de Quilmes, donde Martiniano Molina fue el candidato más elegido pero perdió con el FdT que llevará a Mayra Mendoza, de La Cámpora. ¿La apoyará Francisco “el Barba” Gutiérrez? Es la gran pregunta que se hacen en el oficialismo.
En Tres de Febrero, Diego Valenzuela apuesta a dar vuelta el resultado también: al igual que en Quilmes fue el candidato individual más votado, pero otro miembro de La Cámpora, Juan Debandi, pretende arrebatarle el distrito. Lo vinculará con Hugo Curto, el ex intendente de pésima imagen en el distrito.
Otros dos casos: en La Plata, Julio Garro, tendrá enfrente a Florencia Saintout, quien ganó su interna por pocos votos con la albertista Victoria Tolosa Paz. Y en Morón, Ramiro Tagliaferro deberá esforzarse para alcanzar al ex alcalde local, Lucas Ghi.
Todos tendrán dos denominadores comunes: les importará cero la boleta de Macri y podrán "municipalizar" sus campañas.
Finalmente, Mar del Plata será otra de las batallas vidalistas. Allí, Guillermo Montenegro deberá enfrentar a la candidata de La Cámpora, Fernanda Raverta. La candidatura del ex intendente kirchnerista, Gustavo Pulti, le da una buena chance de quedarse con el municipio.
Sálvese quien pueda: los intendentes del oficialismo buscan despegarse más de Macri
Paralelamente funcionarios bonaerenses que trabajan ya sobre un “núcleo duro” vidalista y hacen cálculos: entre 40 y 45 diputados provinciales, más de 20 senadores provinciales, y el grupo de intendentes que puedan quedar en pie. Por lo pronto, hubo cuatro “sin tierra” que lograron ganar: San Miguel del Monte, Saavedra, Capitán Sarmiento (con el inefable ex ministro de Energía, Javier Iguacel, quien subió las tarifas, lo echaron y ahora puede ser intendente) y Necochea, una de las sorpresas que dio el peronista Arturo Rojas del partido FE.
También, en estricta reserva, ya ronda la idea de que arme una fundación para el 2020 donde concentre a su equipos técnicos, del que participaría una parte de su gabinete y jóvenes como Emmanuel Ferrario, el “golden boy” que tiene a su cargo la subsecretaria de Coordinación.
Para el entramado legal de la futura fundación empezaron a barajar formatos los abogados de la gobernadora junto con un grupo de asesores, entre ellos José María “Jocho” Grippo, el secretario Legal y Técnico. Aunque falta mucho aún, el futuro de la gobernadora se empezó a construir el 12 de agosto.