Mientras comienza a reciclar su flamante PH porteño, en el límite entre Palermo y Barrio Norte, María Eugenia Vidal abandonó la escena pública pero siguió activa en lo político. En ese marco, armó un equipo especial, en el que se conjugan ex funcionarios, legisladores e intendentes para defender sus cuatro años de gestión y, a la vez, intentar conservar el electorado que la colocó como la líder opositora en la provincia de Buenos Aires.
El equipo vidalista tiene como objetivo visibilizar las espadas que la acompañaron, en particular, los incondicionales, discutir políticas públicas y posiciones frente a iniciativas del gobernador Axel Kicillof (por caso, la reforma impositiva) y coordinar la comunicación.
Con 26 sobre 46 bancas en el Senado bonaerense y 38 de 92 diputados provinciales, la idea que barajan cerca de Vidal es que haya voces tanto del PRO como de la UCR y de la Coalición Cívica, de acuerdo con temáticas y posicionamientos.
En la primera línea de batalla están sus ex ministros, en particular Cristian Ritondo (jefe del bloque del PRO en Diputados), Hernán Lacunza (quien esta semana salió públicamente a responderle a Kicillof por la cuestión de la deuda) y, en las sombras, el ex jefe de Gabinete Federico Salvai, quien trabajó en los primeros acuerdos de diciembre en la Legislatura provincial. En una segunda línea, aparece un grupo de diputados nacionales por la Provincia, como María Luján Rey, Waldo Wolff y Mercedes Joury, entre otros.
En lo local, tres intendentes encabezan las negociaciones: Néstor Grindetti, de Lanús (el más cercano a Vidal pero también a Horacio Rodríguez Larreta), Jorge Macri de Vicente López (quien trabaja activamente con el foro de intendentes y en el rearmado de candidaturas a futuro) y por la UCR, el de Trenque Lauquen, Miguel Fernández, quien fue electo titular del foro de intendentes radicales a fin de año.
Finalmente, Vidal pidió darle visibilidad a su equipo de diputados y senadores provinciales. Algunos más conocidos, otros con escasa trayectoria que se vieron sorprendidos por ser candidatos en 2019 (incluso alguno que trabajó en una sección electoral y terminó en otra que no había pisado en su vida).
La discusión por la reforma impositiva hizo emerger el primer desafío para el equipo vidalista. En la nómina de diputados aparece el jefe del bloque, el radical Maximiliano Abad, junto a Adrián Urrelli (de máxima confianza de Grindetti y quien se quedó con la codiciada triple firma en el manejo administrativo de “la casa”), Maricel Etchecoin (de la Coalición Cívica), Daniel Lipovetzky (el que más experiencia tiene en medios de comunicación) y Alex Campbell.
Entre los senadores, Roberto Costa (quien preside el bloque), la peronista Claudia Rucci (quien llegó allí de la mano de Miguel Pichetto), Andrés de Leo y el platense Juan Pablo Allan, uno de los pocos expertos en temas judiciales.