POLITICA
catarata de arrepentidos

Wagner aportó datos clave sobre cómo se repartían las obras y los sobornos

El ex titular de la Cámara de la Construcción era uno de los empresarios preferidos de CFK. "Hizo un aporte importantísimo a la investigación", deslizaron en Tribunales.

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Detencion de Carlos Wagner | Cedoc Perfil

Cuatro empresarios arrepentidos, una indagatoria adelantada y al menos las órdenes de detención para cuatro personas, una de ellas el hombre que más cerca estuvo del venezolano Claudio Antonini Wilson. Eso es lo que dejó un viernes caliente de corridas y excarcelaciones en Comodoro Py 2002, que parece aún no terminar. Las últimas revelaciones prometen todavía más novedades.

La clave para esta nueva embestida de la causa estuvo en el aporte que hicieron ayer los empresarios que pidieron pista para ser arrepentidos. Uno de ellos fue Aldo Roggio –uno de los hombres más poderosos del país y ya procesado en una de las causas de Odebrecht–, que apareció a las 5 de la tarde desde el subsuelo hasta el quinto piso del edificio de Retiro para hablar con el fiscal Carlos Stornelli y negociar convertirse el nuevo “imputado colaborador”. Roggio estaba citado para el martes, algo que por ahora se mantiene en pie, señalaron las fuentes del caso. No obstante, el juez Claudio Bonadio firmaría el lunes la homologación de su papel como arrepentido. Ese día promete no ser tranquilo. Está citada la ex presidenta Cristina Kirchner a indagatoria. Durante su exposición, Roggio habría admitido pagos, pero negó las cifras millonarias que aparecían en los cuadernos y subrayó que su empresa se “achicó” durante el kirchnerismo, en materia de obra pública.

Wagner. Roggio no estuvo solo en el papel de arrepentido. Después de diez días preso, Carlos Wagner, el ex titular de la Cámara Argentina de la Construcción y titular de Esuco, pidió declarar como arrepentido. “Hizo un aporte importantísimo a la investigación. Quizás el más importante”, admitió una fuente judicial. Es que Wagner reveló, desde adentro, cómo funcionaba el sistema de la entrega de obra pública, cuáles eran las empresas que podían recibir contratos de obra pública y cómo se gestaban las coimas, de entre un 10% y un 20% sobre el total de la obra.

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El empresario favorito de la ex presidenta Cristina Kirchner apuntó indirectamente hacia ella. Es que no solo oficializó los pagos como coimas –algo que los otros hombres de negocios que desfilaron como arrepentidos habían eludido– sino que dejó ver que Julio De Vido, Roberto Baratta y José López recaudaban “para arriba”, según se pudo reconstruir. Ya en 2005, el entonces ministro Rodolfo Lavagna denunció en la Cámara de la Construcción la cartelización de la obra pública y el sobreprecio en las obras adjudicadas al Estado, pero el propio Néstor Kirchner lo desacreditó al felicitar a los empresarios que estaban presentes.

Más arrepentidos. Luego de Wagner fue el turno de Jorge Neira y Gerardo Ferreyra, ambos de Electroingeniería, y de los primeros detenidos del caso. Ferreyra “resguardó” a Neira. Se hizo cargo de las órdenes que le dio y eso habilitó la salida de Neira, que se fue tranquilo y en silencio, cerca de las ocho de la noche. Aunque su nombre había sonado como el de uno de los nuevos arrepentidos, finalmente no fue así. El de Ferreyra también había sonado en ese sentido, pero el cordobés se mantuvo fiel a sus códigos y volvió a la cárcel de Marcos Paz.

Cuando promediaba la tarde, quien llegó fue Hugo Eurnekian, sobrino de Eduardo y miembro de Corporación Americana, la firma cuya sede había sido allanada el día que comenzaron las detenciones. La presentación de Eurnekian fue espontánea y tras eso fue indagado por Bonadio. Desde el entorno del empresario afirmaron que su presentación fue para “aclarar su situación frente a la mención de la dirección de su domicilio particular” en los cuadernos escritos por Oscar Centeno, ex chofer de Roberto Baratta, que dieron inicio a esta causa. Según explicaron, Eurnekian manifestó ante el magistrado que durante 2013 “hizo un aporte a la campaña electoral y que lo hizo a título personal exclusivamente, con fondos propios debidamente registrados en sus declaraciones juradas impositivas”.

Otro que fue indagado por Bonadio fue Luis Betnaza, directivo de Techint, quien llegó por la mañana al juzgado y declaró durante varias horas. Pasó de ser testigo el martes a imputado ayer. Habló de aportes obligados pero reveló el nombre de tres ex funcionarios del Ministerio de Planificación Federal. El último arrepentido del viernes fue Claudio Glazman, de Sociedad Lationamerica de Inversiones SA. Para que Glazman accediera a esta figura en Comodoro Py, el empresario pidió que se presentara su rabino para poder conversar juntos.