El orfebre Juan Carlos Pallarols terminó de cincelar el bastón ceremonial que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner recibirá el 10 de diciembre durante la ceremonia de su juramento en el Congreso Nacional, una tradición que se remonta a la presidencia de Domingo Faustino Sarmiento.
El orfebre comenzó el trabajo de cincelado a principios de año y en marzo emprendió el recorrido por diferentes provincias con el objetivo de compartir ese trabajo “con todos los argentinos que lo desearan”, según compartió en su página web. “Los millones de golpes que dieron forma a su empuñadura (la del bastón) reflejan millones de sueños”, considera el artista.
Según Pallarols, el bastón de mando que utilizó Néstor Kirchner durante su propio mandato, entre 2003 y 2007, fue “el más largo” que se le encomendó construir, con 94 centímetros. El más corto, según aseguró el orfebre, estuvo destinado al expresidente Eduardo Duhalde y midió 88 centímetros.
La finalización del trabajo tiene lugar estos días en Rosario y quedará en exposición por unos días en la primera muestra de objetos del Museo de la Democracia, donde serán exhibidos también los bastones de mando que acompañaron las asunciones de Alfonsín y Néstor Kirchner. También se exhibirá una bandera argentina firmada por los presidentes argentinos elegidos desde el retorno de la Democracia.
El Museo es un proyecto de la Fundación Litoral que se inició en marzo de 2010, con las obras de restauración del subsuelo del Palacio Fuentes, lugar donde estará ubicado en el centro rosarino. Albergará piezas como el Acta de Declaración de la Independencia de 1816, un ejemplar de la Constitución de 1853, la urna con la que las mujeres votaron por primera vez en 1951, o la mascarilla mortuoria de Evita.
Fue Sarmiento el precursor de la tradición de dotar al presidente con un bastón (a modo del cetro que recibían los reyes y las varas de los virreyes y alcaldes coloniales) que simbolizara el poder. El gran educador también se hizo dotar de una banda con los colores nacionales, muy parecida a la banda de la Orden de Carlos III que lucieron los reyes españoles.
Desde entonces, cada nuevo presidente, al asumir su cargo, recibe de su predecesor ambas prendas, que no son transmitidas, sino obsequiadas por sus amigos al flamante mandatario. En el caso del presidente Arturo Illia, que asumió en 1963, recibió el bastón que habían usado el juez Roque Sáenz Peña (en 1870, en calidad de miembro de la Corte Suprema), su hijo el presidente Luis Sáenz peña (en 1892), su y nieto Roque Sáenz Peña (en 1810).
El vicepresidente Julio Cobos, en calidad de presidente del Senado, es el encargado, al menos en teoría, de tomar el juramento de Cristina Fernández para su segundo mandato. "Se están reuniendo todas las partes, la Secretaría Parlamentaria, Prensa, Seguridad y están trabajando en el desarrollo del acto", dijo Cobos.
En la Casa de Gobierno insisten, sin embargo, en que la presidenta no está dispuesta a aceptar que el juramento se lo tome Cobos, y ordenó días atrás a sus colaboradores analizar alternativas que no vulneren lo dispuesto en la Constitución Nacional. Un nuevo capítulo en la historia de presidentes y vices, que siempre convivieron como “perros y gatos” en la Casa Rosada.
(*) Periodista, especial para Perfil.com