Desesperado ante una derrota que parece inevitable, el docente Hugo Yasky impugnó ayer las elecciones de la CTA en varias provincias. Mientras tanto, su rival, el estatal Pablo Micheli, amplió su ventaja en el escrutinio provisorio de la Junta Electoral de esa organización.
El giro del discurso de Yasky, el candidato "bendecido" por el Gobierno en la CTA, fue curioso: apenas realizados los comicios habló de un triunfo por 20 puntos, 24 horas más tarde su triunfo "no era por 20 puntos, pero era claro", 48 horas después hablaba de "un triunfo exiguo", pero decía que seguía ganando, y ayer ya archivó el mensaje triunfalista y se quejó, sin medias tintas, de "la manipulación de datos, la adulteración de padrones y los hechos de violencia constatados por los fiscales".
Lo cierto es que, al borde el nocaut, el actual titular de la CTA criticó el accionar de la Junta Electoral que el mismo oficializó, e impugnó los Tucumán y Mendoza y en algunas mesas de Misiones, Córdoba, Jujuy, Catamarca y Santiago del Estero. Ayer en el escrutinio provisorio la lista liderada por Micheli acrecentó su ventaja, estableciendo ya una diferencia de 13.125 votos respecto a Yasky.
El martes Micheli aventajaba sólo por 3.132 votos a la Lista 10, según los datos publicados por la Junta Electoral en la página web de la CTA. Los nuevos datos surgen sobre un total de 153.693 votos escrutados en 13 provincias, entre las que se encuentran Buenos Aires, Córdoba, Chubut, Jujuy, Santa Fe y Capital Federal, donde Micheli reúne 77.969 sufragios contra 64.844 de Yasky.
Ambos líderes prometieron el lunes pasado acatar los resultados de la Junta Electoral y evitar la ruptura de la entidad gremial. Pero ayer Yasky anunció que recurrirá al "tribunal arbitral", integrado por cinco destacados juristas, para que defina al ganador de los comicios. Con esta determinación, el dirigente pretende buscar "un lugar con mayor independencia porque hubo anomalías", aseguró. La principal de estas "anomalías" parece ser su inminente derrota.
