En el vasto y turbulento panorama económico de África, Aliko Dangote emerge como una figura colosal, no sólo por su fortuna estimada en US$ 24 mil millones —la más alta del continente—, sino por su audaz visión de industrializar Nigeria y, por extensión, el África subsahariana.
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Fundador y presidente del Dangote Group, un conglomerado que abarca desde la producción de cemento hasta la refinación de petróleo, Dangote convirtió un modesto préstamo familiar en un imperio que genera miles de empleos y redefine la dependencia energética de su país.

Sin embargo, su trayectoria plantea a muchos una interrogante central: ¿servirá su ambición para elevar a una nación empobrecida, o consolidará un poder personal comparable al de John D. Rockefeller en la era dorada de Estados Unidos?
Una fortuna forjada en la ambición: de Kano a la cima africana
Nacido en 1957 en Kano, norte de Nigeria, Dangote creció en un entorno de comerciantes musulmanes hausa, donde el comercio era tanto tradición como supervivencia. A los 20 años, con un préstamo de US$ 500.000 de su tío, el magnate textil Alhaji Sanusi Dantata, fundó la Dangote General Imports, enfocada en productos básicos como arroz, azúcar y harina.
La inversión dio su fruto rápidamente: en 1990, Dangote diversificó hacia la manufactura con una pequeña planta de cemento, capitalizando la demanda explosiva por infraestructura en un país en desarrollo.
Hoy, su fortuna alcanza los US$ 23.900 millones según la lista de multimillonarios africanos de Forbes de 2025, un incremento del 72% respecto al año anterior, impulsado por el auge de sus operaciones en cemento y la culminación de su proyecto petrolero.
El Índice de Multimillonarios de Bloomberg, por su parte, lo valora incluso en US$ 28.800 millones, destacando su participación del 85% en Dangote Cement, la mayor productora de cemento de África y la primera empresa nigeriana en unirse al Forbes Global 2000.
Pero su riqueza no es mero azar: Dangote invirtió en sectores estratégicos, desde el azúcar y la sal hasta el transporte y los fertilizantes, generando ingresos anuales superiores a los US$ 4.100 millones para el grupo en 2017, con proyecciones de expansión continua. Su enfoque en la autosuficiencia ha posicionado a Nigeria como un hub manufacturero, aunque críticos señalan que su dominio en mercados clave podría sofocar la competencia local.
El imperio empresarial de Aliko Dangote: del cemento a la revolución petrolera
Dangote Group, con sede en Lagos, es un coloso diversificado que emplea a más de 30.000 personas y opera en 10 países africanos. Su pilar inicial, Dangote Cement Plc, produce 48.6 millones de toneladas anuales, cubriendo el 50% del mercado nigeriano y exportando a vecinos como Senegal y Sudáfrica.
Fundada en 1977, esta división fue la "vaca lechera" del imperio, financiando expansiones en azúcar —con Dangote Sugar Refinery como jugador clave en Nigeria— y en alimentos procesados como pasta y trigo.
Sin embargo, el pináculo de su visión es la Dangote Petroleum Refinery, un proyecto de US$ 20.000 millones inaugurado en 2024 en las marismas del Atlántico, a 50 millas de Lagos. Accesible por una nueva autopista de seis carriles, esta instalación opera como un "estado-ciudad" autónomo: cuenta con su propio muelle, rompeolas para equipo de alta tecnología, cantera dedicada, presa, centro de tratamiento de agua y planta de energía.

Con un área casi la mitad del tamaño de Manhattan y construida sobre 100 millones de toneladas de arena dragada —17 veces el peso de la Gran Pirámide de Giza—, la refinería procesa 650.000 barriles diarios, cubriendo el 100% de la demanda nigeriana de combustibles y exportando excedentes.
Más recientemente, inauguró una planta de fertilizantes de US$ 2.500 millones en Lagos, ampliando su portafolio hacia la agricultura y la sostenibilidad alimentaria.
A sus 68 años, el magnate también inició una transición generacional: sus hijas, Mariya y Halima, asumen roles de liderazgo en Dangote Cement y el grupo en general, asegurando la continuidad de un legado que ya mira hacia nuevos horizontes, como un ambicioso proyecto multimillonario fuera de Nigeria.
Según los analistas de Bloomberg, su trabajo no solo genera riqueza —el grupo reporta crecimientos anuales del 20% en sectores clave—, sino que aborda la paradoja nigeriana: un país con vastas reservas petroleras que importa el 90% de sus combustibles refinados.
TIME incluyó a Dangote en su lista de las 100 Filántropos Más Influyentes
Más allá de los balances corporativos, Dangote canalizó su fortuna hacia causas sociales a través de la Aliko Dangote Foundation, dotada con US$ 1.250 millones en 2014 para "devolver al continente que jugó un rol clave en su éxito". En los últimos cuatro años, la fundación ha donado más de US$ 100 millones en Nigeria y África, enfocándose en salud, educación, empoderamiento económico, alivio de desastres y seguridad alimentaria.
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Entre sus contribuciones destacadas: US$ 3 millones al Fondo de Confianza contra el Ébola de la Unión Africana, la mayor donación privada de ese tipo. En educación, destinó unos US$ 600.000 a universidades nigerianas, incluyendo N500 millones para una escuela de negocios en la Universidad Bayero y N100 millones para becas. Su filantropía anual supera los N50 mil millones (US$ 30 millones), priorizando a poblaciones vulnerables en un continente donde la pobreza afecta a 400 millones de personas.

En mayo de 2025, la revista TIME lo incluyó en su lista de las 100 Filántropos Más Influyentes, junto a otros multimillonarios africanos como Patrice Motsepe, reconociendo su énfasis en "salud, educación, empoderamiento económico, alivio de desastres y comida" como pilares para el desarrollo africano. Recientemente, Dangote prometió mayores inversiones para elevar a poblaciones vulnerables, consolidando su rol como filántropo visionario.
La refinería de Dangote encapsula su ambición más audaz: transformar Nigeria de importador neto de combustibles a exportador regional, ahorrando US$ 10.000 millones anuales en importaciones y creando 100.000 empleos directos.
Como detalla un reportaje de Bloomberg de agosto de 2025, este proyecto lo posiciona "en la carrera por ser el Rockefeller de Nigeria", con Dangote Industries ya como el mayor productor de cemento de África y con intereses lucrativos en azúcar y fertilizantes.
Pero el interrogante persiste: ¿ayudará Dangote a enriquecer a una Nigeria empobrecida, o solo a sí mismo? El magnate argumenta que su visión fomenta la autosuficiencia africana, reduciendo la dependencia de Occidente y fomentando el crecimiento inclusivo. Con su imperio en expansión y un compromiso filantrópico arraigado, su trayectoria podría redefinir el continente —si el equilibrio entre ambición personal y bien común se mantiene.
LV/ff