Al alcanzar los 18 años, Catalina Amalia de Holanda decidió renunciar a la asignación anual de 1,5 millones de euros que la legislación de su país otorga a la heredera al trono. En aquel momento, expresó su incomodidad por aceptar tal suma, sintiendo que tenía "poco que ofrecer a cambio" y considerando innecesario el dinero "mientras no tuviera que enfrentar gastos significativos" en su rol de Princesa de Orange.
Ahora, a los 20 años y preparándose para asumir un papel más prominente en la vida pública, la hija de los reyes Guillermo y Máxima, considera apropiado comenzar a recibir esta asignación. Por esa razón, escribió una carta al primer ministro holandés en funciones, Mark Rutte, solicitando que se le permita acceder a su asignación a partir de 2025 para poder "cumplir mi función de manera independiente y autónoma", como señala en su mensaje.
La princesa anticipa que, a partir de enero del año entrante, es probable que necesite cubrir gastos de personal y materiales esenciales para su función como heredera al trono, lo que incluiría la creación de una secretaría y la asignación de fondos para establecer un espacio propio donde vivir y trabajar. Esto implica que tiene la intención de mudarse del palacio de sus padres para establecerse de manera independiente, descartando ocupar cualquier otra residencia real.
Por esa razón, Amalia de Holanda solicitó al primer ministro que entienda sus razones, y él ha respondido positivamente en otra carta, deseándole "mucho éxito" en sus estudios universitarios en Política, Economía, Derecho y Psicología en la Universidad de Ámsterdam. Próxima a concluir su segundo año, le resta uno más para finalizar, aunque decidió no hacer uso de los 322.000 euros anuales adicionales destinados para su educación.
En su carta, la princesa menciona que su decisión se debe a "circunstancias sorprendentes" que marcaron recientemente su vida. Se especula que esto podría referirse a la amenaza de secuestro por parte de la mafia holandesa, situación que la obligó a dejar el apartamento que compartía con compañeras en Ámsterdam y volver al palacio, para luego trasladarse a Madrid por un año, un hecho que se ha confirmado oficialmente hace poco. Durante el último año, Amalia fue vista varias veces en la capital española, al igual que su madre, la reina Máxima.
La princesa Amalia de Holanda a un paso a su independencia adulta
Durante la visita de Estado de los reyes españoles, Felipe y Letizia, a Holanda, se reveló que Amalia había estudiado y vivido un año en España. En el banquete de gala en honor a los reyes españoles, el rey Guillermo agradeció personalmente a los monarcas su apoyo en esos momentos complicados, expresando: “Fue una muestra de amistad en un momento difícil. Les agradezco a ustedes y a todos los que intervinieron.” Amalia presenció estas palabras, y el evento marcó su primera aparición en un acto de tal magnitud.
Dada la naturaleza de su reciente carta, se anticipa que Amalia asuma un papel más activo y visible, acompañando o representando a sus padres en diversos actos públicos con mayor frecuencia.