Robert “Bob” Cox tiene aura de leyenda en el periodismo argentino. Al menos para quienes comprenden el peligro de vida que representó informar durante la última dictadura militar en Argentina. Desde el Buenos Aires Herald, él y su equipo hicieron lo que otros medios no hicieron por conveniencia, negocios, respaldo, y en algunos casos por miedo: informar sobre la represión militar, las desapariciones y demás atrocidades. Por supuesto, un desafío que implicó riesgo de vida para Cox, su familia y su equipo. Esa historia será llevada al cine por Armando Bo (nieto) según el guion de Dirty War (Guerra sucia), escrito por Michael Steinberger –periodista de The New York Times Magazine–, basado en el libro Guerra sucia, secretos sucios, escrito por David Cox, uno de los cinco hijos de Robert. “No es un documental, es una ficción basada en hechos reales”, explicó Armando Bo a PERFIL. “Increíblemente, a mí esto me llegó a través de mi agente en Los Angeles y cuando leí el guion sentí la necesidad de contar esta historia. Me encanta el punto de vista que tenía él (Robert Cox), de ese periodismo tan puro, personal, para contar lo que realmente pasaba”.
—¿A qué se debe este cambio en tu cine?
BO: Como persona y como artista uno va creciendo, madurando. Durante mucho tiempo mis búsquedas fueron por el lado de crear personajes, o buscando internacionalmente desde otros puntos de vista. Y en algún punto esta historia de Bob (Robert Cox) me conecta con mi lado más argentino, con la historia de nuestro país, y con la curiosidad de meterme a través de él y de su familia en nuestra historia. También me permite ver lo que pasó en Argentina visto desde él, que fue uno de los primeros y de los únicos en hablar de lo que nadie hablaba.
—¿Cómo es esto de ver su historia en un film ficcionado, no en un documental?
COX: Muy bien. Hubo muchas personas que se acercaron a David (Steinberger) para comprar los derechos de su libro. No es la verdad exactamente de mi historia, es ficción, y así se puede llegar a mucha más gente. Yo vi las películas de Armando Bo, para mí es magnífico, y también que vaya a rodarla en Argentina. Es una historia de acá.
B: Es una historia internacional que habla de la historia de Argentina y de la de Bob, de su mujer y su familia, y de ese diario (Buenos Aires Herald). A veces uno tiene que trabajar en la ficción para expresar mejor todavía las cosas de la realidad, y que una historia le llegue mejor al espectador. Todo eso se combina de una manera que creo será muy potente y muy inspiradora para poder reconocer a ese buen periodismo. Hoy, que hay tanta fake news y tanta información, el que hubiera un editor y periodista que eligió a pesar de todo contar con independencia esa realidad de entonces es inspirador.
—¿Buscás eso también con esta película, es decir, inspirar a futuros periodistas?
B: Hay un montón de películas sobre el periodismo y creo que esta será una sobre un gran periodista. No solo se mete con su profesión sino que conecta con lo que le pasó a él como persona, a su familia, y los riesgos que corrieron al hablar de eso que nadie hablaba. En un punto también de la decisión de jugársela por la verdad.
C: Otra cosa que vamos a conseguir es mostrar qué pasa cuando no hay periodismo, una tragedia. La mayoría no sabía lo que estaba pasando, y estuvimos nosotros tratando de llenar ese vacío, ese silencio. También estaban quienes buscaban excusas para no ver lo que estaba pasando, el por algo será… Y además mostrar eso de manera muy accesible: nosotros fuimos una familia totalmente normal que estuvo por casualidad en esa situación.
El entusiasmo de Armando Bo excede el hecho de cambiar el registro de su filmografía. El periodismo no le es tan lejano, dado que lo conoce desde adentro a través de su hermana Teresa Bo, corresponsal internacional. “Hoy los jóvenes creemos que todo es posible porque escribimos en redes y te escucha cualquiera y en cualquier lugar. No siempre fue así, y creo que no estaríamos en el lugar que estamos parados hoy como país si no hubiera habido personas como Bob (Cox)”, reafirma.
—¿Cómo ves el periodismo actual?
C: Hay demasiado editorialismo. Los periodistas son editorialistas, y esos no son importantes, son bla bla. A veces sí hay algún editorial con algún impacto pero finalmente lo que hay que hacer es buscar la información, si no la gente no tendrá confianza alguna.
El cine como fuente de inspiración
Como explica Armando Bo a PERFIL , a veces “una historia contada desde la ficción, con todas las herramientas que permite el cine para emocionar al espectador, sirve para que el mensaje llegue de alguna manera más potente… Hay sensaciones que un documental, si bien informa hechos, no trasmite”. Para muchos periodistas, es ese tipo de películas el que inspira –o inspiró– la elección de esa profesión. Tal el caso de Todos los hombres del presidente, que retrató cómo los periodistas Bob Woodward y Carl Bernstein develaron el Caso Watergate. O también la más reciente Spotlight, que relata la investigación sobre la protección que la Iglesia dio a curas abusadores en Estados Unidos. En tono de comedia, El diario también descubre esa tensión apasionante de una redacción para lograr cerrar a tiempo y tener buena información.