Dicen que el nombre de George Clooney está desde hace semanas dando vueltas en todos los rincones de Venecia. “Las muchachas están enloquecidas y van a hacer guardia a lo largo del canal para verlo pasar”, repetía Bruno Bartolini, un conductor de un taxi acuático. Y no se equivocó: la boda del soltero más codiciado de Hollywood y su prometida, la abogada Amal Alamuddin, ya es un hecho y hoy se llevará a cabo en la romántica ciudad de los canales.
Si bien los detalles del casamiento se mantienen guardados bajo siete llaves, son varios los datos que han trascendido. En principio, la recepción se llevará a cabo en Aman Canal Grand Venice, un lujoso hotel de siete estrellas. Se prevé que los sesenta invitados –Brad Pitt, Angelina Jolie, Matt Damon, Cate Blanchett, Sandra Bullock y Bono, entre otros– lleguen escoltados por barcos de la policía para mantener alejados a los fans y los fotógrafos. La ceremonia se realizará en la Alcaldía, un palacio del siglo XIV, y ya está confirmado que será celebrada por Walter Veltroni, ex alcalde de Roma y amigo de Clooney.
Anoche la pareja comenzó con una celebración previa, agasajando a los primeros invitados con una comida de lujo en el Belmond Hotel Cipriani.
Un gran misterio rodea aún el vestido de la novia, aunque son varios los que aseguran que Amal eligió al diseñador Alexander McQueen.
El actor y su futura esposa se encuentran en Italia desde hace varios días. Clooney llegó a Venecia el jueves pasado, procedente de Nueva York. En tanto, su pareja arribó ayer. La morocha libanesa que robó el corazón del soltero de oro de Hollywood había llegado al aeropuerto de Milán el miércoles, donde aterrizó junto a su madre. Fiel a su estilo fashionista, se la vio cargar entre sus bolsos una cartera de Stella McCartney.
Vestida con un look muy casual – jeans, remera verde lima y blazer negro–, la abogada se las ingenió para que el alboroto que causa su casamiento no la abrumara desde su llegada al aeropuerto. Pero la presencia de los fotógrafos que la esperaban hizo que tuviera que detenerse unos minutos para regalar varias sonrisas.
Por la tarde, la pareja decidió relajarse y salir a dar un paseo por el Canal Grande, que divide la ciudad, hasta el lujoso hotel Cipriani, donde se aloja parte de los invitados. Clooney y Alamuddin parecen no tener inconveniente en mostrar la felicidad que están viviendo. Por eso, ayer por la tarde ambos decidieron hacer un paseo en un taxi acuático que llevaba el nombre Amore. El viaje no lo hicieron solos: estuvieron acompañados por la actriz Cindy Crawford, que es pareja de Rande Gerber, socio de Clooney.
Fue precisamente el 27 de abril pasado cuando, en el cumpleaños de Gerber en Malibú, Amal lució por primera vez el anillo que Clooney le había regalado.
Esa chica. Alamuddin nació en el Líbano y es abogada. Jurista internacional formada en Oxford, la mujer de 36 años trabajó en la Corte Internacional de Justicia en 2004. Entre sus clientes figuran la ex primera ministra ucraniana Yulia Timoshenko y Julian Assange, el fundador de WikiLeaks. Alamuddin también ha sido nombrada en varias comisiones de Naciones Unidas y es asesora del ex secretario general de la ONU, Kofi Annan, sobre temas relacionados con Siria. Si bien Amal no pertenece al mundo artístico, desde que se supo de su relación con Clooney logró captar la atención de la prensa, y sobre todo de las revistas de moda, que se han hecho eco de sus estilos, a tal punto que varios diseñadores ya la catalogan como la nueva it girl de moda. El año pasado, en varios sitios la declararon la abogada más bella de Londres.
Alamuddin llegó a la cima de una lista de juristas por “lograr cierto imposible ideal de la femineidad contemporánea: ser hermosa y formidablemente exitosa a la vez”, declaró un sitio.
La mujer que le dijo dos veces que no
Dicen que George Clooney fracasó varias veces a la hora de conquistar el corazón de Amal Alamuddin. El día que se conocieron, luego de ser presentados por un amigo en común, a Amal no le impresionó el hecho de que George fuera una de las estrellas más grandes de Hollywood. Según dicen, ella se alejó rápidamente del actor en aquel primer encuentro y se negó a darle el teléfono. Clooney consiguió finalmente contactarla, y cuando logró invitarla a una romántica cena, Amal le dijo que no. Sin embargo, quedó en ella una cuestión que le interesaba del galán: su labor humanitaria. Créase o no, ésta fue la razón por la que ella finalmente aceptó salir con el galán con el que hoy se casa.