Hay otra competencia en el Festival de Cannes que es aleatoria a la entrega de premios al cine. Y es la que tienen las marcas de moda para conseguir que las actrices llevan sus creaciones en todas instancias donde haya fotógrafos, camarógrafos y público con celular en la mano.
Dos actrices, por caso, tuvieron estos últimos días en Cannes una rivalidad fashion que se equipara a cualquier final de la Champions League: Natalie Portmab y Lily-Rose Depp. Ellas son “jugadoras” de Dior y de Chanel, respectivamente. Ambas marcan cubren el cuerpo de ambas para aprovechar la centralidad que ellas –como otras actrices– tendrán mientras estén en el Festival de Cannes.
Lily-Rose Depp –hija de Jhonny Depp y Vanesa Paradis–, presenta en Cannes y fuera de competencia, The Idol (El ídolo). En esta historia, ella es una estrella pop quien en busca de reconocimiento se mezcla con un empresario de clubes nocturnos –que encarna Abel “The Weeknd” Tesfaye–, y esa relación será el acceso a una montaña rusa emocional. Por su parte, Natalie Portman compite en Cannes en la selección oficial con May December. Según el sitio oficial del festival, en esta película de Todd Haynes el argumento se enmarca en lo siguiente: “Veinte años después de que su famoso romance sensacionalista se apoderara de la nación, una pareja casada sucumbe a la presión cuando llega una actriz para investigar para una película sobre su pasado.”
En la otra competencia del Festival de Cannes, “la fashion” Natalie Portman y Lily-Rose Depp, también hay una inversión económica como sucede con las películas. En este caso de , sobre todo, los tres poderosos de moda francesa. Bernard Arnault –hoy, el hombre más rico del mundo–, François Pinault –el número 28 del mundo y el tercero de Francia, en la lista de Forbes y el tercer de–; y Alain Ernest Wertheimer, quien con ADN francés pero residencia en Estados Unidos, Forbes lo posicionó como el cuatro más rico de Francia.
En el universo de la moda, Arnault, Pinault, y Werthemeir se traducen respectivamente en tres marcas: Dior, Gucci, y Chanel. Los dos primeros, manejan un portfolio mucho más amplio de firmas premium; el tercero, es el accionista mayoritario de la ya centenario marca de la “doble C”.
Estos tres empresarios son la respuesta a por qué algunas actrices se visten con diseños que pueden parecer imposibles para ellas o quizá no del todo adecuados. O peor aún, que siendo ellas casi filmadas por los fotógrafos, hay ángulos que no son favorecedores con tal cual vestidos. Pero dado que la elegancia es un término que habilita muchos significados, es un riesgo a correr por las marcas y sus actrices elegidas. El tema central para las empresas de lujo que manejan Arnault, Pinault, y Werthemeir es aprovechar esas dos semanas de alfombra roja de Cannes y conseguir publicidad en medios y redes.