Fiestas, alcohol, drogas y rock'n'roll en el palacio: la relación de Mick Jagger y la princesa Margarita

Cuando en 1997 el flamante primer ministro británico Tony Blair pidió a la reina Isabel II nombrar caballero a Mick Jagger, recibió un no rotundo. Cuando el gobierno del “new labour” logró su objetivo más allá de lo que opinara la reina, el líder de los Rolling Stones finalmente fue premiado con el título, pero Isabel II se ausentó de la investidura y delegó esa tarea al príncipe Carlos. 

A Isabel II no le gustaba lo que Mick Jagger representaba: el rolling, que este 26 de julio cumple 80 años, era un joven obsceno y desaliñado, irrespetuoso, había tenido siete hijos de cuatro mujeres y había enfrentado cargos por delitos relacionados a las drogas. Además, la estrella se había burlado abiertamente de la familia real y llamó “la bruja principal de Inglaterra” a la reina. 

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“La reina podía tolerar a los Beatles porque eran limpios y un poco dulces, al menos, esa era su reputación en ese momento", dijo Harold Brooks-Baker, editor del libro de genealogías nobiliarias Burke's Peerage, considerado la “biblia” de la aristocracia británica. “Pero los Stones eran un asunto completamente diferente”.

Pero lo que más ofendía a la reina Isabel era la relación que había mantenido, abierta y escandalosamente, con su hermana menor, la princesa Margarita, por entonces la niña rebelde de la monarquía. Christopher Andersen, biógrafo de Mick Jagger, aseguró que Isabel II había intervenido activamente para ocultar los escándalos de la princesa y el “chico malo del rock”, y estaba harta de él.

La ardiente relación de la princesa Margarita con Mick Jagger fue un secreto a voces en Londres durante los años 60 y 70. Eran conocidas por muchos las escandalosas fiestas que ella ofrecía a Mick en el palacio de Kensington, en las que no faltaban el alcohol y las drogas: una de estas celebraciones terminó con la princesa internada en un hospital. 

Aunque Margarita estaba entonces casada con el fotógrafo Tony Snowdon, era famosa por sus relaciones con hombres más jóvenes. “Había un coqueteo allí, definitivamente”, dijo Lady Elsa Bowker, esposa de un ex embajador de Gran Bretaña en Austria y Birmania. “La princesa Margarita solo tenía 30 años y era bastante atractiva. Y como todo el mundo sabe, le atraían los hombres más jóvenes”.

“La combinación del crudo atractivo sexual de Jagger, el murmullo de clase alta y los gestos de un caballero inglés lo estaban convirtiendo en un imán para las mujeres de sangre azul”, escribió Christopher Andersen. “Margarita, al parecer, no fue la excepción. Después de esa noche, según un cortesano, 'hablaban por teléfono constantemente y ella lo invitaba a eventos sociales'”.

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Por esos años, la vida de Margarita giraba en torno a la fiesta, sus amigos, la bebida, el coqueteo y el baile. Era conocida por despertarse al mediodía, desayunar whisky y cigarrillos, quedarse hasta la madrugada en los clubes, y luego tener que ser arrastrada, con resaca, a sus deberes oficiales al día siguiente. "Había fiestas todos los fines de semana. "Ella amaba a los hombres y había un poco de besos y caricias... digamos", dijo una amiga de la princesa.

Digno de su título de caballero, Mick jamás habló del tipo de relación que mantuvo con la princesa Margarita, pero muchos sospechaban que eran amantes. “Ella lo encontró sexy y excitante”, dijo un empleado del palacio. “Si los hubieras visto riéndose juntos, bailando, la forma en que ella le ponía la mano en la rodilla y se reía de sus historias como una colegiala, habrías pensado que algo estaba pasando”.

Una fiesta con "brownies locos" que terminó con la princesa internada

La reina Isabel estaba al tanto de lo que pasaba en la vida de Margarita y le preocupaba. Por esos años, la Scotland Yard allanó la propiedad del guitarrista principal de los Rollings, Keith Richards, durante una fiesta y encontró cuatro tabletas de anfetamina y heroína. Posteriormente, Jagger fue condenado a tres meses de prisión y Richards a un año, pero el clamor popular hizo que los liberaran anticipadamente.

En 1967 una fiesta para ricos, políticos y famosos en la mansión del ‘dandy’ y coleccionista de arte Christopher Gibbs terminó en drama cuando se sirvieron brownies hechos con una receta del libro de cocina de Alice B. Toklas, popular entre los hippies en ese momento. Pero el chef había duplicado la cantidad de hachís que normalmente indicaba la receta y quedaron “muy tóxicos y peligrosos”, según uno de los invitados.

“La gente comenzó a enloquecer” después de comer los brownies, recordó un invitado. “Todas estas ladies y esos lores, curadores del Museo Británico, varios parlamentarios, fueron llevados a toda prisa en sus coches conducidos por chófer para que les hicieran un lavado de estómago”. 

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Isabel II fue informada de que la princesa Margarita fue llevada de urgencia al hospital por una “intoxicación alimentaria grave”, pero la prensa no se enteró, salvándose así de protagonizar un escándalo gravísimo para la monarquía y el gobierno. 

Margarita siguió siendo amiga íntima de Mick hasta su muerte en 2002. Fueron vecinos en la pequeña y exclusiva isla caribeña de Mustique, donde ella pasaba la mayor parte de sus vacaciones. “La reina amaba a su hermana y se preocupaba por ella. Jagger fue amigo de la princesa Margarita durante más de 40 años, y durante todo ese tiempo la reina pensó que era una influencia corruptora”, dijo el publicista de Jagger, Keith Altham. 

Aunque había hecho lo imposible para silenciar la relación, a Isabel II no le fue posible negarle el título de caballero a Jagger, y finalmente se lo otorgó en 2002. El Rolling fue al palacio de Buckingham a recibir el nombramiento pero en lugar de la reina, se lo entregó el príncipe Carlos. Isabel II había decidido someterse a una cirugía de rodilla ese día.