PROTAGONISTAS
grieta familiar

Gonzalo Vargas Llosa se opone a la forma en que su padre exhibe su amor

Condena. Para Gonzalo, Preysler digita cada aparición pública.
| Cedoc Perfil
“Este año ha sido el más feliz de mi vida”, dijo el año pasado el escritor y premio nobel Mario Vargas Llosa cuando se le preguntó por su relación con Isabel Preysler. Así se empezaba a resquebrajar la relativa armonía familiar, que ya venía bastante vapuleada por la separación de Vargas Llosa de Patricia Llosa, quien fue su mujer por casi cincuenta años. Por ese entonces, el escritor también dio a entender que su relación con Preysler empezó cuando aún convivía con su esposa.
Gonzalo Vargas Llosa es el único de los tres hijos del escritor que se anima a criticar públicamente el comportamiento que ha tenido su padre en este último año. En una reciente entrevista al diario español ABC, Gonzalo deja claro las razones por las cuales la grieta en la familia parece estar lejos de cerrarse: “No lo juzgo por haber terminado su matrimonio, pero alguien tiene que decirle que se está equivocando en cómo está exponiendo su intimidad en ciertos medios. ¿Quién mejor que su hijo?”, sostiene.
Mario parece ver su realidad bajo una luz totalmente distinta a la del resto de su familia: mientras para él todo fue sobre ruedas desde que se divulgaron fotos que confirmaban su relación con Preysler; su ex esposa y sus hijos se refugiaron en el entorno familiar y en los amigos para huir de las habladurías y de la falta de sensibilidad y tacto que le reprochan al escritor.
Sin ánimo de coartar el derecho que tienen las personas a exponer su vida privada, Gonzalo habla sobre las declaraciones públicas que hizo su padre a la revista Hola y que dejó a todos en su familia indignados: “Es una manifestación más, probablemente la más grave, de falta de respeto a mi madre. Sigo sin comprender cómo puede haber cambiado tanto”. Gonzalo, quien también está divorciado, sostiene que una separación puede llevarse de manera discreta y sin involucrar a la familia en situaciones negativas.
Vargas Llosa padre, mientras tanto, parece estar bastante molesto con el hecho de que su hijo haya criticado en la prensa el manejo que, según él, Preysler ha hecho de toda la situación. Mario aclara que sólo teme que la apertura de lo privado al ámbito público pueda perjudicar la imagen que su padre tiene entre los intelectuales del mundo.